Introducción
La violencia de género, entendida como una serie de actos de violencia que pueden tomar múltiples formas, entre las que destacan su expresión física, sexual, psicológica o económica, es aquella que se dirigen hacia una persona basándose en su género. Esta forma de violencia surge de desigualdades de poder entre los géneros y es un grave problema social, perpetua do por normas culturales y estructuras sociales discriminatorias, afectando predominantemente a mujeres y niñas, aunque también puede impactar a hombres y personas de géneros no binarios, tratándose fundamentalmente de una herramienta de opresión, mantenimiento del poder y control dentro de las relaciones y estructuras sociales. El impacto que estas formas de violencia tienen en la salud mental de las personas receptoras, representa un reto que va más allá del espacio clínico para los profesionales de la salud mental, pues nos exige además una comprensión profunda de las dinámicas que subyacen a la violencia, entre ellas las sociales y estructurales; sólo con esa visión el quehacer del clínico logrará trascender a nuestros consultorios y tener un impacto más significativo en la vida y en la salud mental de las personas.
A través de 5 artículos relacionados que elegimos, hablaremos de la violencia perpetrada con ácido (vitriolage) a mujeres, de la violencia a mujeres migrantes durante desastres, del acoso sexual en países según su ingreso económico, de la violencia doméstica en mujeres parejas de adictos sexuales y del impacto del consumo de pornografía en adolescentes sobre su salud mental. Esperamos que el contenido expuesto impacte de forma positiva en sus prácticas clínicas
El vitriolaje que es la agresión perpetrada con ácido es una forma particular de violencia interpersonal con importantes consecuencias e implicaciones tanto a nivel físico como emocional. Aunque este fenómeno puede considerarse una alarma pública, las investigaciones realizadas sobre el tema son escasas y dispares. Por esta razón se decidió realizar un resumen del artículo de Barchielli B, Lausi G y cols. publicada en el diario “Trauma violencia y abuso” en el año 2023, con el objetivo principal de conocer los aspectos más importantes relacionados con ataques con ácido y violencia de género, incluidos factores de riesgo y de vulnerabilidad, además de evaluar y conocer las implicaciones psicosociales, así como las posibles intervenciones.
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En esta publicación se realizó una revisión de estudios que describieron la manera en la que las mujeres migrantes experimentaron vulnerabilidad en sus países de residencia durante la pandemia de COVID-19. Para esto, se incluyeron 14 artículos publicados entre los años 2020 y 2021. La búsqueda identificó seis factores de vulnerabilidad (estatus legal, pobreza, condiciones de salud preexistentes, agencia limitada, desigualdad de género, barreras del lenguaje y culturales y nueve impactos (empeoramiento del estado de salud mental, pobre acceso a la atención, empeoramiento de las condiciones de salud física, fraude, exacerbación de la pobreza, violencia de género, peligro del camino educativo e insatisfacción de necesidades religiosas).
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El acoso sexual es una forma común de violencia de género con repercusiones sociales y de salud negativas. A pesar de ello, la investigación sobre este tema en países de ingresos bajos y medianos es poca. En esta revisión sistemática cualitativa que examina 34 estudios se propuso comprender cómo se conceptualiza el acoso sexual en diversos países y entornos, investigando sus causas, consecuencias, estrategias de afrontamiento y recomendaciones para la prevención e intervención.
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Este estudio proporciona evidencia de que las tasas de violencia doméstica (VD) son considerablemente más altas en las vidas de mujeres parejas de adictos sexuales (PAS) que en la población general. Se estudió a una muestra de 558 participantes mujeres, de varios de países de habla inglesa y de altos ingresos económicos; los resultados revelaron que el 92.1% había experimentado alguna vez algún tipo de violencia doméstica perpetrada por su pareja, de las cuales el 57.7% reportó violencia de tipo física y/o sexual. La presente investigación es de utilidad al exponer algunos de los factores que influyen en las experiencias de violencia que viven frecuentemente estas poblaciones, brindándole al profesional que trabaja con ellas mejores herramientas de prevención, abordaje y manejo.
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Este estudio analizó la relación entre el consumo de pornografía y la salud mental mediante tres encuestas transversales en Suecia (2004, 2009, 2014) con estudiantes de último año de bachillerato (13 277 estudiantes, edad promedio 18 años). Se utilizaron modelos de regresión logística para evaluar la relación entre la frecuencia de exposición a la pornografía, con medidas de salud mental. No se encontraron asociaciones consistentes entre deterioro en salud mental y el consumo general de pornografía, sin embargo, la pornografía que contenía violencia, infantes y/o animales si se relacionó con problemas de salud mental en chicos. Factores como el desempleo materno, estilo de crianza controlador y abuso sexual mostraron asociaciones más fuertes y consistentes con la mala salud mental.
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