Revisión sistemática: estudio médico legal y psicológico sobre el vitriolaje relacionado con la violencia de género

La agresión perpetrada con ácido, o vitriolaje, es una forma particular de violencia interpersonal, siendo un acto de naturale za vengativa y una forma de violencia física, que conllevan conse cuencias severas.

Los responsables de esta conducta criminal usan sustancias corro sivas, como el ácido sulfúrico, ácido muriático o ácido nítrico, en contra del cuerpo o cara de otra persona, causando quemaduras y frecuentemente daño tisular.

En la mayoría de los casos, estas agresiones son una de las expre siones más brutales de la violencia de género; las mujeres son las principales víctimas. El estado civil y la nacionalidad son otros fac tores asociados. En los países donde los ácidos como el sulfúrico y el nítrico son fácilmente accesibles y económicos, como la India, Bangladesh y Camboya, los ataques con sustancias corrosivas pa recen ser más frecuentes.

El usar ácido o sustancias químicas corrosivas tiene la intención de producir un daño o lesión estética irreparable y, en el peor de los casos, de asesinar a la otra persona; es una efectiva estrategia de venganza que puede tener distintos propósitos. Los principales motivos son la infidelidad u otros conflictos matrimoniales, el re chazo de propuestas de matrimonio o insinuaciones sexuales y en algunos casos disputas económicas.

Los agresores usualmente son personas cercanas a la víctima, par ticularmente personas con las que tienen antecedentes de relacio nes sentimentales o emocionales.

El fenómeno se está incrementando alrededor del mundo, con di ferencias entre los países, especialmente entre los países desarro llados y en vías de desarrollo.

Aunque puede considerarse una alarma pública, las investigacio nes realizadas sobre el tema son escasas y dispares. Se realizó una revisión de la literatura de los estudios disponibles que se resume en los resultados presentados por Barchielli B, Lausi G y cols. en su trabajo publicado en el diario “Trauma violencia y abuso” en el 2023, cuyo objetivo principal fue identificar y sistematizar los ele mentos y los aspectos más importantes, relacionados con ataques con ácido y violencia de género, incluyendo factores de riesgo y de vulnerabilidad, además de una evaluación de la existencia de una serie de factores que nos permita entender mejor las motivacio nes que subyacen a la difusión de este fenómeno en los diferentes países.

En conjunto los resultados de esta revisión revelaron una amplia gama de interseccionalidad entre la violencia de género y el vitrio laje.

Para favorecer la interpretación, los resultados se dividieron en 3 áreas temáticas: factores de riesgo y de vulnerabilidad, consecuen cias e implicaciones de las agresiones e intervenciones y tratamien tos. En la tabla 1 se anexa un resumen de los principales factores implicados en cada área temática.

Factores de riesgo y vulnerabilidad

Tabla 1. Factores implicados de acuerdo con cada área temática

Son numerosos, encontrándose entre los principales el género de las víctimas, teniendo como víctimas principales a las mujeres. También es relevante la edad, habiendo más riesgo entre los jóvenes, con un promedio obtenido de 23 años. Otros factores son: estatus socioe conómico, analfabetismo, desempleo, ser casado, ser miembro de una minoría étnica y habitar en países vías de desarrollo. Por último, deben considerarse importantes factores como el abuso de alcohol y de drogas por parte del agresor y, en algunos casos, por la víctima y la existencia de cualquier tipo de discapacidad, física o mental.

Algunas veces los agresores sufren de padecimientos mentales o han tenido experiencias traumáticas en la infancia como abuso sexual.

Consecuencias e implicaciones

En la parte física, usualmente las áreas con mayor afección son brazos, hombros, tronco, cuello y especialmente la cara. Las quemaduras causadas por el ataque pueden llevar a severas complicaciones, por ejemplo, infecciones que pueden empeorar la lesión y extender el tiempo de sanación. Las intervenciones tempranas realizadas correctamente pueden reducir significativamente las consecuencias.

Como la mayoría de las víctimas pertenecen a sectores sociales de bajos ingresos, el estigma de la victimización se ve socialmente reforzado por las cicatrices. Además, las víctimas experimentan profundas alteraciones en su imagen corporal, lo cual les causa un distrés psicológico intenso, que en algunos casos llega a condicionar trastornos psicopatológicos como trastorno de estrés postraumático, trastorno obsesivo, dismorfia corporal y misandria.

El abandono por parte de la familia y amigos es una posibilidad en esta condición, lo cual trae como consecuencia aislamiento y exclusión, favoreciendo la aparición de trastornos como la ansiedad y la depresión.

Intervención y tratamiento

Las intervenciones son implementadas con la finalidad de frenar el fenómeno o reducir el impacto; actúan en diferentes niveles, considerando las múltiples dimensiones involucradas.

Desde el punto de vista médico y clínico, este es el área más importante donde se pueden realizar distintas acciones.

En primer lugar, el tratamiento puede utilizarse para contener y mitigar los efectos físicos. Hay 3 metas principales que son salvaguardar la vida de la víctima, la visión y la función de los ojos y la boca.

Otras intervenciones conciernen a la dimensión legal. Esas intervenciones se refieren principalmente a mejorar el nivel judicial y la aplicación de controles muy estrictos sobre la venta de sustancias con propiedades corrosivas.

El apoyo social, se considera un elemento crítico durante el proceso de recuperación, brindado por familiares, amigos, grupo, pares y comunidad. Por lo cual han surgido organizaciones y movimientos centrados en el empoderamiento para ayudar a las mujeres víctimas de esta forma de violencia.

Entre las intervenciones psicológicas analizadas, resaltan dos que se centran en aspectos importantes. La primera está basada en el perdón, algo que puede parecer difícil para quienes han sido víctimas de dicha violencia. Con la otra, se propone la denominada composición psicológica, donde se fomenta que las víctimas sean más conscientes de lo sucedido, de su potencial y de las múltiples oportunidades que ofrece la vida

Conclusiones

1. El vínculo entre los ataques con ácido y la violencia de género es un fenómeno poco explorado, con incremento desigual entre los países, por lo que se considera importante seguir realizando investigación al respecto.
2. La revisión permite confirmar y conocer la existencia de múltiples factores de riesgo y de vulnerabilidad responsables de la alta incidencia de vitriolaje, en contextos sociales y culturales específicos.
3. Es necesario diseñar intervenciones diseñadas a sensibilizar y cambiar el contexto cultural, en el que prevalece este fenómeno, sin embargo, dichas intervenciones son problemáticas, ya que no es fácil erradicar una cultura cuando está bien absorbida por el contexto.
4. En el aspecto médico, es importante conocer desde el concepto de vitriolaje, hasta los factores de riesgo y vulnerabilidad y las implicaciones tanto físicas como emocionales, con la finalidad de crear estrategias de prevención e intervenciones tanto en el manejo de las lesiones producidas, como a nivel emocional, logrando fomentar una adecuada red de apoyo y una intervención cognitiva que favorezca la recuperación y disminuya el riesgo de desarrollo de trastornos psicopatológicos.