Trastorno Afectivo Estacional
El trastorno afectivo estacional (SAD, por sus siglas en inglés) es una entidad compleja, definida por Rosenthal et al., en 1984, como un síndrome caracterizado por episodios depresivos recurrentes en otoño o invierno, con remisión en primavera o verano, que ocurren durante al menos dos años consecutivos y no se explican por ninguna otra variación, como los factores psicosociales. Aunque las variaciones estacionales en el estado de ánimo y el comportamiento han sido reconocidas desde la antigüedad, su identificación como trastorno psiquiátrico sigue siendo controvertida, y la revisión más reciente del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5) solo reconoce las manifestaciones estacionales del estado de ánimo como un especificador de "patrón estacional" para subgrupos de pacientes con trastornos bipolares y depresivos mayores recurrentes, mientras que la 10ª revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud (CIE-10), no lo reconoce directamente, clasificándolo como un trastorno depresivo o bipolar recurrente, argumentando que se necesitan más estudios antes de que pueda ser aceptado internacionalmente.
En cuanto a las manifestaciones, el trastorno afectivo es tacional (SAD) comparte con la depresión los síntomas nucleares (estado de ánimo deprimido persistente, falta de energía, pérdida de la capacidad para sentir placer o interés). Sin embargo, aunque no son específicos, a menudo hay un cambio en el patrón de los síntomas del grupo vegetativo de la depresión que lo acercan a la depresión atípica con aumento en la duración del sueño, aumento del apetito y de peso, y alteración en los hábitos alimenticios con antojo de alimentos a base de carbohidratos. En la forma más característica, los ciclos estacionales aparecen en otoño-invierno, pero en algunos casos pueden ocurrir en verano con remisión en otoño-invierno. Sin embargo, el trastorno afectivo estacional (SAD) de verano no solo es menos frecuen te, sino que sus síntomas se asemejan más a los síntomas depresivos no estacionales como insomnio, falta de apetito, pérdida de peso, agitación y ansiedad. Es importante destacar, que a diferencia del SAD, otras formas de depresión recurrente, como la depresión bipolar o unipolar, ocurren independientemente de la época del año
Otro punto a considerar en el trastorno afectivo estacional (SAD) es la variabilidad de la intensidad de los síntomas. Por un lado, hay variaciones estacionales sin sintomatología clínicamente significativa, que se ajustan dentro de los patrones normales de variabilidad del estado de ánimo. Y por otro lado, hay trastornos afectivos estacionales con manifestaciones clínicamente más graves, como las experimentadas por pacientes con trastornos afectivos, similares a episodios depresivos mayores recurrentes graves o con trastorno afectivo bipolar tipo I y II, con fases de hipomanía o manía en primavera o verano.
Como es un padecimiento "complejo" en el que contribuyen factores genéticos, bioquímicos, ambientales y cultura les, los estudios sobre la prevalencia del trastorno afectivo estacional (SAD) muestran resultados muy diferentes a los que contribuyen varios factores, como los criterios y los instrumentos de evaluación utilizados, la región (latitud, con diciones climáticas) donde se realizan los estudios o las características de la muestra estudiada (género, edad, grupos étnicos, aclimatación, actitudes hacia las manifestaciones mentales, vulnerabilidad al estrés). Estudios epidemiológicos del trastorno afectivo estacional (SAD) proporcionaron estimaciones de prevalencia que van desde el 1.4 al 9.7% en América del Norte, del 1.3 al 3.0% en Europa y del 0 al .9% en Asia.
Hay dos factores que son centrales para la conceptualización y operacionalización del trastorno afectivo estacional (SAD). Primero, el SAD no es una entidad nosológica simple. El patrón estacional de recurrencias, tanto en términos de sintomatología como de intensidad de manifestaciones estacionales, se encuentra en lo que N. Rosenthal describe como un "trastorno de espectro", dependiendo de dónde se encuentre la persona en ese espectro para calificarlo como SAD o una forma más leve llamada "tristeza invernal" o trastorno afectivo estacional subsindrómico (S-SAD). Segundo, a pesar de ser reconocido como un síndrome, el SAD no existe como una categoría diagnóstica específica y los criterios utilizados para identificarlo tienen diferentes amplitu des, e incluso criterios restrictivos como los presentes en el DSM-5 y la CIE-10 que conducen a resultados divergentes.
Uno de los instrumentos más utilizados en encuestas epidemiológicas es el Cuestionario de Evaluación del Patrón Estacional (SPAQ) desarrollado por Rosenthal. Traducido y adaptado para numerosos idiomas y comunidades, fue diseñado para reconocer la sensibilidad de los individuos a las variaciones estacionales en un continuum, independientemente de la presencia de otras condiciones psicopatológi cas tanto en poblaciones clínicas como no clínicas; su fiabilidad, consistencia interna, estabilidad temporal y validez, han sido demostradas en varios estudios.
Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal en Portugal, publicado en el año 2021, con una muestra compues ta por estudiantes universitarios de diversos cursos (medicina, rehabilitación, enfermería, ingeniería) y estudiantes no universitarios inscritos en programas de formación profesional, procedentes del norte de Portugal (Porto, Viana do Castelo), con el objetivo de reunir una muestra heterogénea de ambos sexos, con diferentes niveles educativos y distribución de edades. El estudio se llevó a cabo a lo largo del año escolar, principalmente de febrero a mayo y de octubre a noviembre, (N = 324), los cuales han sido evaluados con el Cuestionario de Evaluación de Patrones Estacionales (SPAQ) y la Escala de Detección para la Salud Mental (ER80), la cual es una escala para detectar la presencia de sospecha de padecer o no un trastorno mental; es una escala de morbilidad psiquiátrica que consta de 16 preguntas de autoevaluación relacionadas con la salud física y mental y está diseñada para ser muy sencilla de responder (por ejemplo: "¿Ha tenido dolores de cabeza?" "¿Le cuesta tomar decisiones sobre cosas cotidianas?").
La estructura factorial de la versión en portugués del SPAQ fue consistente con la de otros estudios, y de aquí se agrega la definición de la subescala de Puntuación Global de Estacionalidad (GSS), por lo que los resultados se dividieron en tres grupos según el puntaje global de estacionalidad (GSS) de los instrumentos de medición en "sin trastorno afectivo estacional" (sin SAD) cuando el puntaje es ≤9 o 10 y los cambios estacionales no son un problema o son de intensidad leve (= 1), "trastorno afectivo estacional subsindrómico" (s-SAD), GSS = 9 o 10 y los cambios estacionales se evalúan como un problema igual o mayor que moderado (≥ 2), o cuando GSS ≥ 11 y los cambios estacionales no son un problema o tienen un nivel bajo a moderado (0 o 1) y, por últi mo, "trastorno afectivo estacional" (SAD) cuando el puntaje es GSS ≥ 11 y los cambios estacionales son evaluados como igual o mayor que moderados (≥ 2).
Entre los encuestados, el 12.7% mostró trastorno afectivo estacional (SAD), el 29.0% mostró trastorno afectivo estacional subsindrómico (SAD-s) y el 58.3% no mostró una sin tomatología afectiva estacional significativa. En cuanto a la morbilidad psiquiátrica, el 36.6% de los sujetos con SAD y el 13.8% de los que tenían SAD-s fueron considerados "casos psiquiátricos", mientras que para los sujetos sin SAD este valor fue solo del 3.2% (tabla 1).
Tabla 1. Puntaje global de estacionalidad y percepción de gravedad
Trastorno afectivo estacionalc | |||
---|---|---|---|
sin SAD | s-SAD | SAD | |
GSSd ≤ 8 | 146(45.1%) | - | - |
GSS 9 o 10 | |||
Problema <2a | 43(13.3%) | - | - |
Problema ≥ 2b | 10(3.1%) | ||
GSS ≥ 11 | |||
Problema <2a | - | 84(25.9%) | - |
Problema ≥ 2b | - | - | 41(12.7%) |
Total | 189(58.3%) | 94(29.0%) | 41(12.7%) |
a Cambios estacionales experimentados como un problema leve; b Cambios estacionales experimentados como un problema grave; c Criterios de Kasper; independientemente del patrón estacional en el cual se presente; d Puntaje Global de Estacionalidad. SAD = Trastorno afectivo estacional; sin-SAD = Sin trastorno afectivo estacio nal; s-SAD = Trastorno afectivo estacional subsindrómico. Adaptada de: Fonte A, Coutinho B. (2021). Seasonal sensitivity and psychia tric morbidity: study about seasonal affective disorder.BMC Psychiatry. 2021 Jun 29;21(1):317. doi: 10.1186/s12888-021-03313-z. |
Estos valores están por encima de los límites superiores indicados en epidemiología de estudios basados en la escala SPAQ que hacen referencia a las tasas de prevalencia en la población general para el Trastorno Afectivo Estacional (SAD) que varían entre .7% y 12.4% y para el SAD subsindrómico (s-SAD) que varían entre 2.6% y 19.1%.
En este estudio, la muestra fue seleccionada mediante métodos no probabilísticos que pueden llevar a sesgos po tenciales. Compuesta por sujetos jóvenes, varios estudios señalan que este grupo presenta una prevalencia más alta de variaciones afectivas estacionales, sin que exista una explicación clara para este fenómeno. Por otro lado, el hecho de que sean estudiantes sometidos a cursos universitarios y profesionales, sujetos en el primer caso a ritmos sociales marcados por periodos de trabajo y vacaciones, y al desem pleo en el segundo caso, pueden representar factores que se reflejen en las variaciones de ánimo y energía.
En los sujetos con probable SAD y s-SAD se registraron, respectivamente, el 36.6% y el 13.8% de casos de morbilidad psiquiátrica, y solo el 3.2% en sujetos no-SAD. Esta relación destaca la importancia de prestar atención a las quejas de cambios de ánimo y comportamiento relacionados con las estaciones (tabla 2).
Tabla 2. Trastorno afectivo estacional y morbilidad psi quiátrica
SPAQ | ER80 | |
---|---|---|
No | Sí | |
Trastorno afectivo estacional (SAD) | 26 (63.4%) | 15 (36.6%) |
Trastorno afectivo estacional subsindrómico (s-SAD) | 81 (86.2%) | 13 (13.8%) |
Sin trastorno afectivo estacional (sin SAD) | 183 (96.8%) | 6 (3.2%) |
Total | 290 (89.5%) | 34 (10.5%) |
χ2 = 41.610 (df = 2) p <.001 SPAQ: Cuestionario de evaluación de patrones estacionales ER80: Escala de detección de salud mental ER80 Adaptada de: Fonte A, Coutinho B. (2021). Seasonal sensitivity and psy chiatric morbidity: study about seasonal affective disorder. BMC Psychiatry. 2021 Jun 29;21(1):317. doi: 10.1186/s12888 -021-03313-z. |
Sin embargo, para el análisis de estos resultados, es importante considerar que ambas escalas utilizadas SPAQ y ER80 no consideran todos los criterios de un episodio depresivo mayor, pero a pesar de ellos ambos detectan las fluctuaciones del ánimo unido a síntomas destinados a detectar una enfermedad mental.
Otra entidad diagnóstica que puede padecer trastornos afectivos estacionales y que nos interesa en esta publicación, es la de los trastornos bipolares (TB), los cuales son trastornos psiquiátricos graves con presentaciones clínicas heterogéneas y origen multifactorial. El sistema de los ritmos circadianos juega un papel importante en la regulación de importantes procesos fisiológicos como la secreción hormonal y los ciclos de sueño-vigilia, los cuales han sido impli cados en la fisiopatología de los trastornos bipolares (TB). Una de las principales características de los TB es la alteración del ritmo circadiano. Los pacientes con TB presentan un ritmo circadiano alterado que cambia con las estaciones y afecta su eficiencia para dormir y su estado de ánimo. Los pacientes con TB tienen ritmos de actividad y de eficiencia del sueño anormales, los cuales están asociados con una respuesta cerebral anormal en la memoria de trabajo. Estos hallazgos preliminares respaldan la idea de que el sistema de sueño/ritmo circadiano es importante en los déficits cognitivos en los pacientes con TB.
"Estacionalidad" se refiere a las variaciones estacionales de varios factores ambientales, como el fotoperiodo (duración del día), la intensidad de la luz, la temperatura exterior y la disponibilidad de alimentos. A nivel individual, se ha demostrado que la estacionalidad influye en el curso clínico de los episodios de ánimo y afecta a una cuarta parte de los pacientes con trastorno bipolar. Como resultado de muchos estudios, se ha demostrado que hay un aumento en el número de ingresos hospitalarios por síntomas maníacos y depresivos en ciertas épocas del año; sin embargo, ni los síntomas maníacos ni depresivos muestran un patrón de estacionalidad.
A la luz de estos datos, en este segundo estudio, el objetivo fue determinar las posibles causas de los aumentos en los ingresos hospitalarios de pacientes con TB en ciertas épocas del año. Se pretendía monitorear y determinar los cambios en los síntomas del estado de ánimo, la funcionalidad psicosocial, la función neurocognitiva, el ritmo biológico y la estacionalidad de pacientes con TB vs. controles sanos (HC, por sus siglas en inglés). La estacionalidad puede afectar de manera directa a los síntomas del estado de ánimo, la funcionalidad, los ritmos biológicos y la función neurocognitiva en pacientes con TB. Este estudio hipotetizó que en invierno los pacientes con TB presentarían síntomas depresivos que podrían causar deterioro y retraimiento en la funcionalidad psicosocial, el ritmo biológico y las funciones neurocognitivas, mientras que en primavera y verano, habría un aumento en los síntomas maníacos y la funcionalidad psicosocial, el ritmo biológico y las funciones neurocognitivas se verían afectados.
Como marco teórico, los episodios de ánimo en el trastorno bipolar (TB) muestran un patrón estacional (SP por sus siglas en inglés), con picos de episodios maníacos en primavera-verano y picos de episodios depresivos a principios del invierno. Los episodios mixtos se describen más a menudo en su punto máximo a principios de primavera y verano. Estos patrones se han observado en países tanto del hemisfe rio norte como del hemisferio sur, sin embargo, rara vez en regiones ecuatoriales.
Se ha discutido que varios factores podrían influir, incluida la privación de sueño y las variaciones en los genes circadianos en las causas del patrón estacional (SP) aún que todavía poco se comprenden. , siendo la evidencia más convincente del efecto de los factores climáticos. Mientras que se ha encontrado que la intensidad del sol y mayor número de horas de luz del día aumentan la frecuencia de episodios maníacos, en los estudios que examinan la influencia de la lluvia, la nieve, la humedad, la evaporación y la temperatura en el inicio de episodios maníacos se han reportado resultados controversiales. Además, un mayor tiempo de sol y temperaturas más altas se asociaron con tasas reducidas de episo dios depresivos. En estudios recientes no se ha reportado ninguna influencia del cambio climático. Para comprender mejor los mecanismos fisiopatológicos de la estacionalidad en el TB, estudios recientes sugieren investigar los marcadores como la melatonina plasmática, los ritmos sueño-vigilia y las variantes genéticas o epigenéticas dentro de la vía de síntesis de la melatonina.
Numerosos estudios investigaron diferencias en el curso clínico de los trastornos bipolares entre hombres y mujeres, así como la influencia de la edad en la frecuencia y gravedad de los episodios de ánimo. Solo unos pocos estudios han explorado hasta ahora si el sexo y la edad también son relevantes con respecto a la estacionalidad, obteniendo resultados contradictorios.
Se piensa que las diferencias de género en el patrón estacional (SP) se deben a tasas más altas de uso de antidepresivos y tasas aumentadas de hipotiroidismo en las mujeres, así como a efectos hormonales específicos del sexo (por ejemplo, ciclo menstrual, síntomas premenstruales). Mientras que algunos estudios identificaron a las mujeres como un grupo más susceptibles a las variaciones estacionales, estudios recientes no encontraron diferencias de género con respecto al SP. Con respecto a la edad, encontraron que los pacientes más jóvenes (menores de 25 años) eran especialmente vulnerables al SP, mientras que otras investigaciones observaron la asociación con una edad mayor de 25 años.
Debido a los resultados parcialmente contradictorios de estudios previos, no está claro si existe una influencia del sexo o la edad en la estacionalidad del TB.
En el año 2017 se realizó un estudio donde se plantearon dos hipótesis:
- la primera es que en invierno aumentarían los síntomas depresivos y por ende habría las fallas en funcionalidad psicosocial, ritmos biológicos y función neurocognitiva y que en verano aumentarían los síntomas maniacos y, por ende, las fallas en funcionalidad psicosocial, ritmos biológicos y función neurocognitiva
- la segunda hipótesis fue que el grupo de pacientes con TB serian más sintomáticos y tendrían más disfunción psicosocial en ritmos biológicos y en la función neurocognitiva.
Los 41 pacientes con Trastorno Bipolar (TB) del primer grupo cumplían con los criterios del Manual Diagnóstico y Es tadístico de Trastornos Mentales (DSM-IV-TR) para trastorno bipolar, según los registros médicos; este diagnóstico fue confirmado utilizando la Entrevista Clínica Estructurada para DSM-IV. Los criterios de inclusión fueron tener entre 18 y 65 años, estar en remisión durante al menos 6 meses (criterios de remisión: escala Young para síntomas maniacos YMRS <5, y escala Hamilton para síntomas depresivos HDRS <7). Los criterios de exclusión fueron: presentar otras enfermedades psiquiátricas, incluyendo trastornos por uso de sustancias, haber recibido terapia electroconvulsiva en los últimos seis meses, presentar enfermedad neurológica y retraso mental.
El segundo grupo de los controles sanos se integró con 37 voluntarios sin diagnóstico psiquiátrico (según la entrevista clínica estructurada para DSM IV realizada por un psiquiatra experimentado). Los participantes del grupo control fueron emparejados con el primer grupo de pacientes con TB según características demográficas como edad, sexo y nivel educativo.
Los dos grupos fueron evaluados durante un año en 4 época del año: equinoccio de otoño (23 de septiembre), equinoccio de primavera (21 de marzo), solsticio de verano (21 de junio) y solsticio de invierno (21 de diciembre). En la primera entrevista de evaluación, se administró un formulario de datos sociodemográficos en donde se recabaron datos como sexo, edad, ocupación, estado civil, situación socioeconómica, años de educación, duración de la enfermedad, uso de medicamentos, número de hospitalizaciones, presencia de terapia electroconvulsiva en los últimos seis meses, antecedentes familiares de trastornos psiquiátricos, enfermedades comórbidas y uso de medicamentos para enfermedades comórbidas. Y además se aplicó el Cuestionario de Evaluación de Patrón Estacional (SPAQ) a ambos grupos. Para la evaluación cognitiva en ambos grupos, se realizaron, en todas las visitas de evaluación, la Escala de Evaluación de la Depresión de Hamilton (HDRS), la Escala de Evaluación de Manía de Young (YMRS), el Test Corto de Evaluación de Funcionamiento (FAST), el Test Corto de Evaluación de Ritmos Biológicos (BRIAN), el Test de Stroop (ST), y el Test de Aprendizaje Verbal Auditivo de Rey (RAVLT).
En breve explicaré la escala utilizada en esta investigación llamada SPAQ, que se utiliza para determinar patrones de cambios de ánimo y comportamiento en diferentes estaciones del año. Con este cuestionario, se puede conocer la severidad de los cambios estacionales en pacientes, en términos de sueño, actividad social, estado de ánimo, peso, apetito y nivel de energía. Los cambios se evalúan en una escala de 0 (sin cambio) a 4 (cambio extremadamente marcado), con un puntaje global de estacionalidad entre 0 y 24.
Se realizaron análisis estadísticos con los 78 participantes (41 con TB y 37 controles sanos). Para las cuatro evaluaciones consecutivas realizadas durante los equinoccios de primavera y otoño y los solsticios de invierno y verano; todos los datos relacionados con síntomas de ánimo, habilidades neurocognitivas, funciones psicosociales, variaciones en el ritmo biológico y patrones de estacionalidad fueron sometidos a la prueba no paramétrica de Friedman para la comparación de medias múltiples.
En ambos grupos, se encontró que para las variables sociodemográficas y clínicas, no hubo diferencias significativas entre los grupos para edad, sexo y educación.
Once personas (26.8%) del grupo TB mostraron estacionalidad, mientras que el 2.7% (n = 1) del grupo de voluntarios controles mostró estacionalidad. Hubo una diferencia estadísticamente significativa entre los grupos (p = .003).
La duración media de la enfermedad en el grupo de trastorno bipolar (TB) fue de 8.76 años. El 78% del grupo TB había recibido tratamiento previo en servicios psiquiátricos hospitalarios con un número medio de hospitalizaciones de dos.
En las mediciones de la escala para depresión (HDRS), el grupo de pacientes bipolares tuvo puntuaciones significa tivamente más altas que el grupo de controles (HC) en los cuatro periodos de evaluación. Excepto en la medida de la escala para síntomas de manía (YMRS) en diciembre (p = .07), se observaron puntuaciones significativamente más altas en las otras tres medidas en el grupo de pacientes bipolares en comparación con el grupo control.
En las medidas de síntomas depresivos evaluadas mediante HDRS a lo largo de los cuatro periodos para el grupo de trastorno bipolar, no se notó diferencias significativas (p = .21). De manera similar, no hubo diferencia significativa en las puntuaciones de la escala Hamilton (HDRS) a lo largo de los cuatro periodos de evaluación del grupo controles (p = .19)
En cuanto a los síntomas maníacos evaluados con la escala Young (YMRS), tanto el grupo de trastorno bipolar (p = .49) como el grupo control (p = .87) no mostraron diferencias significativas en las cuatro medidas.
Respecto a la funcionalidad psicosocial, la puntuación total y las puntuaciones de los dominios de FAST fueron significativamente más altas en el grupo de trastorno bipolar que en el grupo control y en los cuatro periodos. En el grupo de trastorno bipolar, la puntuación total y las puntuaciones de los dominios de FAST no fueron estadísticamente diferentes a lo largo de todos los periodos.
En la comparación con las puntuaciones de BRIAN de los ritmos biológicos y sus dominios entre los grupos en los cuatro periodos, se detectó una diferencia estadísticamente significativa en la puntuación total en la evaluación de marzo (p = .01), en el dominio social en las evaluaciones de septiembre (p = .05) y marzo (p = .004), y en el dominio de alimentación en la evaluación de diciembre (p = .05). Las otras medidas no mostraron diferencias estadísticamente significativas entre los grupos
En la comparación entre los cuatro periodos dentro del grupo de trastorno bipolar, no se identificaron diferencias estadísticamente significativas en términos de puntuación total y puntuaciones de dominio de ritmos biológicos (BRIAN).
Tanto las puntuaciones de los dominios neurocognitivos (RAVLT) como las puntuaciones de los dominios del patrón estacional fueron estadísticamente peores en el grupo de trastorno bipolar que en el grupo control en cada uno de los periodos de evaluación.
En todos los periodos, la evaluación del grupo de pacientes con trastorno bipolar mostró encontró una diferencia estadísticamente significativa en los dominios de recuerdo instantáneo (p <.001, M > D > S > J), aprendizaje (p = .001, D > M > S > J) y reconocimiento (p = .002, M > D > S > J) del RAVLT, mientras que los dominios de retraso corto y retraso largo no fueron estadísticamente diferentes. En el grupo de controles, se encontró una diferencia estadísticamente significativa en todas las puntuaciones de los dominios cognitivos RAVLT en los cuatro periodos (tabla 3).
Tabla 3. Síntomas del estado de ánimo, ritmos biológicos, funcionalidad psicosocial y funciones neurocognitivas de los grupos con tras torno bipolar (TBP) y controles sanos (Control) en evaluaciones estacionales
Junio | Septiembre | Diciembre | Marzo | TBP | Control | |||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
TBP (n = 41) | Control (n = 37) | TBP (n = 41) | Control (n = 37) | TBP (n = 41) | Control (n = 37) | TBP (n = 41) | Control (n = 37) | |||||||
Media ± DE | Media ± DE | p* | Media ± DE | Media ± DE | p* | Media ± DE | Media ± DE | p* | Media ± DE | Media ± DE | p* | p** | p** | |
HDRS | 4.51 ± 4.68 | .92 ± 1.62 | <.001 | 3.41 ± 3.40 | .97 ± 1.85 | <.001 | 3.22 ± 6.56 | .7 ± 1.49 | 0.02 | 3.76 ± 4.64 | .73 ± 1.74 | <.001 | 0.21 | 0.19 |
YMRS | 1.29 ± 1.90 | .11 ± .4 | <.001 | 1.76 ± 3.4 | .05 ± .23 | <.001 | 2.85 ± 8.93 | .16 ± .69 | 0.07 | 2.15 ± 4.42 | .14± .42 | 0.01 | 0.49 | 0.87 |
BRIAN Total | 42.59 ± 11.95 | 38.86 ± 10.32 | 0.15 | 42.46 ± 15.51 | 38.59 ± 10.12 | 0.20 | 40.93 ± 12.02 | 36.14 ± 9.44 | 0.06 | 42.85 ± 12.46 | 36.22 ± 8.58 | 0.01 | 0.77 | 0.35 |
Sueño | 11.34 ± 3.51 | 10.73 ± 3.3 | 0.43 | 11.66 ± 7.5 | 10.24 ± 3.09 | 0.29 | 10.66 ± 3.4 | 9.65 ± 3.08 | 0.17 | 11.27 ± 4.59 | 9.73 ± 3 | 0.09 | 0.77 | 0.23 |
Actividad | 9.63 ± 3.87 | 8.6 ± 3.71 | 0.23 | 9.54 ± 4.38 | 9.11 ± 3.87 | 0.65 | 9.29 ± 3.78 | 8.27 ± 3.89 | 0.24 | 9.49 ± 4 | 7.92 ± 3.06 | 0.06 | 0.75 | 0.02 |
Socialización | 7.37 ± 3.04 | 6.49 ± 2.55 | 0.17 | 7.59 ± 3.34 | 6.27 ± 2.23 | 0.05 | 7.2 ± 3.21 | 6.03 ± 1.98 | 0.06 | 7.61 ± 2.56 | 10.43 ± 2.4 | 0.004 | 0.52 | 0.54 |
Alimentación | 8.24 ± 3.49 | 7.32 ± 2.15 | 0.17 | 7.68 ± 3.47 | 7.43 ± 2.44 | 0.72 | 7.95 ± 3.26 | 6.73 ± 2.09 | 0.05 | 8.15 ± 3.25 | 6.92 ± 2.17 | 0.06 | 0.29 | 0.03 |
Cronotipo | 6 ± 1.64 | 5.73 ± 1.26 | 0.42 | 6 ± 1.66 | 5.54 ± 1.39 | 0.19 | 5.83 ± 1.5 | 5.46 ± 1.32 | 0.25 | 6.32 ± 2.21 | 5.68 ± 1.4 | 0.13 | 0.58 | 0.58 |
FAST Total | 17.1 ± 12.66 | 4.05 ± 6.41 | <.001 | 16.34 ± 13.1 | 4.62 ± 5.72 | <.001 | 16.46 ± 15.17 | 4.22 ± 5.61 | <.001 | 17.24 ± 12.06 | 3.46 ± 5.31 | <.001 | 0.10 | 0.54 |
FAST/Auto- nomía | 2.9 ± 2.83 | .38 ± .79 | <.001 | 2.93 ± 2.82 | .41± .96 | <.001 | 2.88 ± 3.36 | .43± .96 | <.001 | 2.51 ± 2.62 | .3 ± .81 | <.001 | 0.46 | 0.87 |
FAST/Ocupa- cional | 3.27 ± 3.6 | .38 ± 1.28 | <.001 | 3.32 ± 4.19 | .35± .75 | <.001 | 3.32 ± 4.44 | .3± .97 | <.001 | 4.05 ± 4.27 | .27 ± 1.17 | <.001 | 0.29 | 0.59 |
FAST/Cogni- ción | 4.76 ± 3.4 | 1.57 ± 2.57 | <.001 | 4.2 ± 3.53 | 1.76 ± 2.62 | <.001 | 4.4 ± 4.12 | 1.49 ± 2.18 | <.001 | 4.8 ± 3.65 | 1.51 ± 2.39 | <.001 | 0.35 | 0.92 |
FAST/Finan- zas | .78 ± 1.35 | .05± .32 | <.001 | .78 ± 1.46 | .19 ± .52 | 0.02 | .93 ± 1.66 | .22 ± .63 | 0.02 | .95 ± 1.32 | .05 ± .23 | <.001 | 0.22 | 0.15 |
FAST/Interper- sonal | 3.41 ± 3.79 | .89 ± 1.97 | <.001 | 3.44 ± 3.52 | 1.03 ± 1.64 | <.001 | 3.56 ± 3.81 | 1.24 ± 1.71 | <.001 | 3.24 ± 3.1 | .86 ± 1.64 | <.001 | 0.98 | 0.09 |
FAST/ Ocio | 1.98 ± 1.96 | .84 ± 1.36 | <.001 | 1.87 ± 1.7 | .97 ± 1.38 | 0.03 | 1.61 ± 1.51 | .59 ± .98 | <.001 | 1.63 ± 1.46 | .46 ± .96 | <.001 | 0.35 | 0.04 |
RAVLT Total | <.001 | <.001 | ||||||||||||
Evocación inmediata | 5.76 ± 1.76 | 7.84 ± 1.77 | <.001 | 6.83 ± 1.95 | 8.51 ± 1.97 | <.001 | 7.39 ± 2.39 | 9.57 ± 2.15 | <.001 | 7.66 ± 1.98 | 10.16 ± 2.25 | <.001 | <.001 | <.001 |
Ensayo 1-5 (Aprendizaje) | 39.37 ± 9.48 | 50.27 ± 9.79 | <.001 | 42.71 ± 11.73 | 53.81 ± 10.91 | <.001 | 44.22 ± 12.42 | 57.08 ± 10.41 | <.001 | 43.44 ± 11.34 | 58.43 ± 10.28 | <.001 | 0.001 | <.001 |
Corto plazo | 8.1 ± 2.91 | 10.84 ± 2.7 | <.001 | 8.78 ± 2.95 | 11.08 ± 2.7 | <.001 | 8.73 ± 3.17 | 11.35 ± 3.14 | <.001 | 8.56 ± 2.65 | 11.32 ± 2.93 | <.001 | 0.67 | 0.03 |
Largo plazo | 7.34 ± 3.05 | 10.19 ± 2.69 | <.001 | 7.93 ± 3.06 | 10.65 ± 2.96 | <.001 | 7.78 ± 3.3 | 11.73 ± 2.43 | <.001 | 7.61 ± 2.56 | 10.43 ± 2.4 | <.001 | 0.23 | <.001 |
Reconoci- miento | 11 ± 2.97 | 13.32 ± 1.11 | <.001 | 11.49 ± 2.88 | 13.81 ± 1.29 | <.001 | 12 ± 2.59 | 14.08 ± 1.09 | <.001 | 12.07 ± 2.4 | 14.22 ± 1.13 | <.001 | 0.002 | <.001 |
Test de Stroop | ||||||||||||||
Test de pala- bra (s) | 12.32 ± 3.6 | 10.43 ± 2.4 | 0.009 | 11.13 ± 3.25 | 9.74 ± 1.6 | 0.02 | 11.68 ± 3.82 | 9.37 ± 1.48 | 0.001 | 11.43 ± 3.39 | 9.3 ± 1.47 | 0.001 | 0.003 | 0.006 |
Test de color (es) | 29.02 ± 11.55 | 21.43 ± 4.18 | <.001 | 26.32 ± 9.77 | 20.66 ± 4.67 | 0.002 | 27.61 ± 13.68 | 20.08 ± 4.16 | 0.002 | 27.97 ± 11.5 | 20.42 ± 5.04 | <.001 | 0.003 | 0.001 |
Interferencia (s) | 16.70 ± 9.9 | 11 ± 4.5 | 0.002 | 15.19 ± 7.92 | 10.91 ± 4.41 | 0.005 | 15.94 ± 10.8 | 10.69 ± 4.12 | 0.007 | 16.54 ± 9.23 | 11.15 ± 4.85 | 0.002 | 0.17 | 0.82 |
* Prueba t-student independiente; ** Prueba de Friedman. TBP, trastorno bipolar; Control, controles saludables; DE, desviación estándar; HDRS, escala de calificación de depresión de Hamilton; YMRS, escala de calificación de manía de Young; FAST, prueba corta de evaluación de funcionamiento; BRIAN, entrevista de evaluación de ritmos biológicos en neuropsiquiatría; RAVLT, prueba de aprendizaje auditivo-verbal de Rey. Ensayo 1: El ensayo 1-5 indica la suma de las palabras recordadas correctamente en los ensayos 1a 5. Adaptada de: Çökmüş FP, Aşçibaşi K, Dikici DS, Çöldür EÖ, Avci E, Aydemir Ö. (2020). Seasonality in Bipolar Disorder: Impact on Mood Symptoms, Psychosocial Functioning, Neurocognition, and Biological Rhythm. Noro PsikiyatrArs. 2020 Nov 19;58(1):41-47. doi: 10.29399/npa.25056. |
Aunque muchos estudios en la literatura han informado que, en el trastorno bipolar, las hospitalizaciones y las tasas de ingreso hospitalario aumentan en ciertas estaciones, no todos los resultados han sido consistentes con esta noción de que los síntomas del estado de ánimo varían según las estaciones, como los hallazgos de esta investigacion. En este estudio, se investigaron los efectos de la estacionalidad en pacientes con trastorno bipolar, tanto para los síntomas del estado de ánimo como para la funcionalidad psicoso cial, el ritmo biológico y las funciones neurocognitivas, para examinar las causas no evidentes de los aumentos en las hospitalizaciones por trastorno bipolar en ciertas estaciones. Se encontró que aunque hubo diferencias en el ritmo biológico y la función neurocognitiva en el trastorno bipolar a lo largo de las estaciones, el grupo HC también mostró variabilidad en los mismos aspectos.
Es importante aclarar que, en estudios previos y metaanálisis, está bien demostrado que los pacientes con trastorno bipolar tienen peor funcionamiento psicosocial, mayor de terioro neurocognitivo y más síntomas del estado de ánimo incluso en remisión que los sujetos control. Debido a los síntomas residuales en pacientes bipolares en remisión, es ampliamente conocido que los síntomas del estado de ánimo persisten a lo largo del curso de la enfermedad. En cada periodo de evaluación, tanto los síntomas maníacos como los depresivos tuvieron más prevalencia en el grupo de trastorno bipolar que en el grupo de controles.
El único periodo de evaluación en el que los síntomas maníacos no diferían entre los grupos fue en diciembre, que tenía la menor probabilidad de que surgieran episodios maníacos.
En las evaluaciones de equinoccio, el ritmo biológico en su conjunto y el dominio 'social' se muestran más afectados en el grupo pacientes con trastorno bipolar que en el grupo control Se ha mostrado previamente que los pacientes con trastorno bipolar tienen un ritmo circadiano más perturbado, y que el cronotipo predominante es el vespertino. Sin embargo, el dominio 'alimentación' de BRIAN (escalas de dominios de ritmos biológicos) en el grupo de pacientes con trastorno bipolar (TB) solo mostró diferencia con el grupo control en la evaluación de diciembre. En invierno, las características de depresión atípica tienden a aumentar y la prevalencia de atracones en los trastornos afectivos estacionales puede exceder el simple comer en exceso durante los episodios depresivos invernales.
En este estudio, no se observó ningún cambio en los síntomas del estado de ánimo maníacos y depresivos en los cuatro periodos de evaluación estacional tanto en los grupos de pacientes como en los controles. En contraste, en estudios previos se había sugerido que, en términos de hospitalizaciones, los episodios maníacos alcanzaron su pico en primavera/verano, mientras que los episodios depresivos fueron predominantes en otoño.
En un estudio que evaluó en Austria a 60 607 pacientes con trastorno bipolar entre 2001 y 2014, para los hombres, solo hubo un patrón estacional significativo para la manía en los meses de verano, y para las mujeres, hubo más síntomas de manía en los meses de verano y otoño y síntomas de depresión en los meses de invierno. En un estudio de cohorte realizado en 2016, al examinar más de 24 000 ingresos hospitalarios en Dinamarca entre 1995 y 2012, se observó que los ingresos hospitalarios por episodios maníacos alcanzaron su pico entre mayo y agosto, con mayor incidencia en verano. Para otro estudio en Italia reclutaron durante 2 años a todos los pacientes ingresados en la unidad de hospitalización psiquiátrica de un hospital grande en Turín, (n = 730). Los pacientes con trastorno bipolar que experimentaban episodios (hipo) maníacos mostraron picos significativos en los ingresos entre mayo y julio.
En Canadá, un estudio, en el que se siguió a 429 pacientes con trastorno bipolar durante uno a 5 años, la variación coordinada en los síntomas del trastorno bipolar no se vio afectada por los cambios estacionales. En otro estudio, se evaluaron con datos de 12 meses consecutivos para la estacionalidad de los síntomas en el trastorno bipolar a 212 pacientes provenientes de múltiples sitios dentro de 5 zonas climáticas. No se observó variación estacional en los datos de estado de ánimo autoinformados en ninguna zona climática.
En este estudio en el grupo de pacientes con trastorno bipolar, la funcionalidad psicosocial no cambió a lo largo de los cuatro periodos y no mostró patrones estacionales. Se ha demostrado que los pacientes con trastorno bipolar tienen una funcionalidad deteriorada, incluso en remisión. La funcionalidad estaba deteriorada en el grupo de pacientes con trastorno bipolar y se mantuvo estable a lo largo de las evaluaciones estacionales. El grupo control no mostró cambios a lo largo de las evaluaciones estacionales.
La puntuación total y las puntuaciones de los dominios de ritmos biológicos (BRIAN) muestraron que el grupo de pacientes con trastorno bipolar no tuvo fluctuaciones en los ritmos biológicos a lo largo de las evaluaciones estacionales.
Las funciones neurocognitivas de los grupos con trastorno bipolar (TB) y controles sanos (HC) a lo largo de las evaluaciones estacionales demostraron que el deterioro neurocognitivo fue más evidente en la evaluación de junio y que los pacientes bipolares son más lentos en las pruebas neurocognitivas y, por lo tanto, tienen peor rendimiento durante el invierno. El grupo de control no mostró variación estacional en la neurocognición.
Aunque muchos estudios han informado que las hospitalizaciones y las tasas de ingreso hospitalario aumentan en ciertas estaciones en el trastorno bipolar, no todos los resultados han sido consistentes con la noción de que los sínto mas del estado de ánimo varían según las estaciones como los hallazgos en esta investigación.
En este estudio actual, se investigaron los efectos de la estacionalidad en pacientes con trastorno bipolar, tanto para los síntomas del estado de ánimo como para la funcionalidad psicosocial, el ritmo biológico y las funciones neurocognitivas, para examinar las causas no evidentes de los aumentos en las hospitalizaciones por trastorno bipolar en ciertas estaciones. Se encontró que aunque hubo diferencias en el ritmo biológico y la función neurocognitiva en el trastorno bipolar a lo largo de las estaciones, el grupo control también mostró variabilidad en los mismos aspectos.
Una de las limitaciones de este estudio es que los pacientes estaban recibiendo terapia farmacológica en todas las cuatro evaluaciones. Otra limitación es el tamaño pequeño del grupo de muestra que completó todas las cuatro evaluaciones según el protocolo. Además, es imposible excluir el efecto de aprendizaje de las pruebas neurocognitivas que se repiten cada tres meses; esta condición aplica también al grupo de control. Uno de los criterios de inclusión en la se lección de pacientes fue estar en remisión durante al menos seis meses (equivalente a dos estaciones). Este tiempo podría ser más corto y haber causado un sesgo en la selección de pacientes.
Por otro lado, las fortalezas del estudio fueron la ubicación de los centros de estudio en la misma región geográfica (Región Egea, Latitud 38°57'43'' a 28°43'57'14'' Longitud), la implementación de la entrevista clínica estructurada para el diagnóstico, los grupos pareados por edad, sexo y educación para pacientes con trastorno bipolar y controles sanos, un periodo de evaluación corto, y la exclusión de pacientes que no cumplieron con el procedimiento del estudio en todas las evaluaciones.
En conclusión, similar a hallazgos previos en donde no se detectó variación estacional en los síntomas del estado de ánimo en pacientes con trastorno bipolar, en este estudio no se ha demostrado tampoco variación estacional en la funcionalidad psicosocial, el ritmo biológico y la neurocognición que pudiera distinguir a los pacientes del grupo control. Se planteó la hipótesis en este estudio de que, aunque los pacientes con trastorno bipolar no mostraban variación estacional en los síntomas del estado de ánimo, la funcionalidad global variaría en las evaluaciones estacionales, explicando la variabilidad en las hospitalizaciones. Sin embargo, la hipótesis no se demostró y la pregunta del por qué las hospitalizaciones de pacientes con trastorno bipolar alcanzan picos en ciertas estaciones sigue sin respuesta. En la psicoeducación, además de advertir a los pacientes con trastorno bipolar sobre las alteraciones estacionales, es crucial describir la variación estacional que ocurre en individuos sanos.
Es importante destacar que la estacionalidad en los trastornos mentales, en este caso la depresión y el trastorno bipolar que fueron los sujetos de análisis en estos estudios, sigue siendo un tema de especial atención, si bien se reconoce como un especificador relevante para la práctica clínica en los trastornos depresivos y bipolares y no como un trastorno independiente. A pesar de esta distinción, la aplicación de sugerencias en las guías de práctica clínica y protocolos para aquellos pacientes que muestran estas características es crucial. Es esencial considerar estos factores al ajustar el tratamiento y psicoeducar en los ritmos biológicos para prevenir la gravedad de los síntomas y las recaídas en episodios afectivos.
- Constanza Peretto
Bibliografía
- Çökmüş, F. P., Aşçibaşi, K., Dikici, D. S., Çöldür, E. Ö., Avci, E., & Aydemir, Ö. (2020). Seasonality in Bipolar Disorder: Impact on Mood Symptoms, Psychosocial Functioning, Neurocognition, and Biological Rhythm. Noro psikiyatri arsivi, 58(1), 41–47. https://doi.org/10.29399/ npa.25056
- Fonte, A., & Coutinho, B. (2021). Seasonal sensitivity and psychiatric morbidity: study about seasonal affective disorder. BMC psychiatry, 21(1), 317. https://doi.org/10.1186/s12888-021-03313-z
- Rosenthal, N. E., Sack, D. A., Gillin, J. C., Lewy, A. J., Goodwin, F. K., Davenport, Y., Mueller, P. S., Newsome, D. A., & Wehr, T. A. (1984). Seasonal affective disorder. A description of the syndrome and preliminary findings with light therapy. Archives of general psychiatry, 41(1), 72–80. https://doi.org/10.1001/archpsyc.1984.01790120076010