En esta revisión se presentan los datos más recientes de la relación entre el estereotipo masculino, los trastornos internalizados y el apoyo social en adolescentes. En general, se encontró que una mayor identificación con los atributos del estereotipo masculino se asocia a mejor salud mental; mientras que una mayor adherencia a las normas de género, caracterizadas por restricción emocional y dominio de uno mismo, así como una menor tipicidad de género, se asocian a deterioro en la salud mental. La evidencia resalta la importancia de promover el reconocimiento de actitudes, creencias, conductas, atributos e identidad, así como su relación con las expectativas de género dentro de un contexto cultural, para crear nuevas estrategias de promoción de la salud mental. Asimismo, la creación de grupos de apoyo y promoción de relaciones interpersonales podría ser benéfico y promotor de salud entre grupos de adolescentes.
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El Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) en los hombres puede tener una presentación clínica distinta cuando la Ideología Masculina (IM) está presente. La IM es un conjunto de normas sociales que “regulan” a los varones con base en los aspectos tradicionales masculinos: rudeza, restricción afectiva, fuerza, etc. En esta revisión se observó una asociación positiva pequeña (r = 0.22 [0.17-0.27]) entre la IM y el TEPT; es decir que, a mayor puntaje en la ideología, hay mayor gravedad de los síntomas de hiperactivación del trastorno. En conclusión, la IM puede tener un efecto en el TEPT, pero aún es poco claro si aparece después del evento traumático, o si el riesgo de desarrollar el TEPT es consecuencia de la conducta asociada a la IM.
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La masculinidad tradicional tiene un impacto en la salud mental y en la búsqueda de atención profesional entre los varones. Ellos experimentan la angustia mental como irritabilidad o enojo (hasta violencia, en casos graves) porque son expresiones más aceptadas como masculinas. Igualmente, los varones buscan menos servicios profesionales de salud mental, pero esto mejoraba si se incorporaban aspectos del género masculino en la atención. En conclusión, la masculinidad hegemónica forma parte de la génesis de la angustia mental, así como de la búsqueda de atención profesional por parte de los varones. Incluir aspectos de la masculinidad en la evaluación y el suministro de servicios de salud mental podría mejorar la búsqueda de atención en ellos.
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Esta revisión sistemática explora las particularidades en la presentación clínica de los trastornos ansiosos entre los varones, así como sus estrategias de afrontamiento y la influencia de las normas masculinas del entorno en la experiencia de los síntomas y la actitud hacia el tratamiento. De más de 11,000 textos encontrados, se incluyeron un total de 25 estudios con una muestra de más de 10,000 participantes. En general, los hallazgos apuntan a que los hombres presentan mayores manifestaciones somáticas de la ansiedad y una mayor dificultad para la identificación de las emociones negativas. Por otra parte, la búsqueda de ayuda formal está obstaculizada por el alto apego a las normas masculinas y por el estigma a los problemas de salud mental.
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