La evaluación de los trastornos de ansiedad y del estado de ánimo requiere de la exclusión de otras etiologías y la detección de factores relacionados. La disfunción tiroidea representa una de las etiologías no psiquiátricas asociadas con mayor frecuencia. En un estudio para evaluar la función tiroidea en niños y adolescentes con trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, se determinó la prevalencia de concentraciones anormales de TSH, así como factores predictores de dicha anormalidad.
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La ansiedad en el embarazo es un factor de riesgo para presentar trastornos mentales en el postparto; produce malestar en la madre y se asocia a nacimientos pretérmino, bajo peso del bebé al nacer y alteraciones en el desarrollo del recién nacido (RN). Esta investigación, en las diferentes modalidades de ansiedad, muestra la necesidad de prevención, de diagnóstico y tratamiento tempranos.
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En este artículo se analiza la evidencia de la efectividad de la terapia cognitivo conductual como tratamiento para los trastornos de ansiedad y los trastornos obsesivo compulsivo, de estrés agudo y de estrés postraumático. Los resultados del meta-análisis proporcionan una evidencia sólida de que la terapia cognitivo conductual constituye un tratamiento eficaz para los pacientes adultos (de 18 a 65 años de edad) con trastornos de ansiedad y otros trastornos relacionados y que sus efectos son significativamente mayores que en los pacientes del grupo placebo. Además, el efecto terapéutico de la terapia cognitivo conductual va más allá de los síntomas de ansiedad, pues los pacientes presentan también mejoría en sus síntomas depresivos, resultado que persiste a lo largo del tiempo.
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El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es una condición médica frecuente que puede causar una alteración en el funcionamiento físico, psicológico y social diario con una prevalencia a lo largo de la vida de 5.7%. Los médicos pueden no diagnosticar el TAG debido a que uno de los síntomas principales es la preocupación excesiva persistente que puede no ser reconocida y expresada por el propio paciente. Los síntomas físicos como el dolor de cabeza, los síntomas gastrointestinales y los síntomas respiratorios se confunden con otras condiciones médicas.
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