El trastorno depresivo mayor es una de las enfermedades que mayor impacto tiene sobre los años vividos con discapacidad. Existen muchas teorías que tratan de explicar el origen de este padecimiento; entre ellas, la teoría de la disfunción de los circuitos neurales que permiten la regulación adaptativa del individuo aporta información relevante para comprender mejor esta psicopatología.

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El riesgo de generar daño a la salud mental de las mujeres que se someten a un aborto inducido ha sido tema de gran controversia en el campo de la ginecología y la psiquiatría, en particular, y en el de la salud pública en general. Sin embargo aún es incierto afirmar que el someterse a dicho procedimiento se asocie a un riesgo mayor de presentar problemas psiquiátricos subsecuentes.

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Los pacientes deprimidos que no responden a ningún tratamiento pueden ser los candidatos ideales para el procedimiento de estimulación cerebral profunda. De acuerdo a los resultados de un trabajo de reciente publicación, los efectos positivos de esta intervención pudieron observarse hasta seis años después de haberse colocado los electrodos cerebrales.

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Si se identificara que los fármacos que se prescriben a los pacientes reducen su volumen cerebral, la actitud de muchos clínicos sería dejar de prescribirlos. Sin embargo, de acuerdo a un trabajo publicado en la revista Archives of General Psychiatry, este aspecto es mucho más complejo cuando se estudian los efectos de los antipsicóticos administrados a pacientes esquizofrénicos.

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Diferentes estudios sugieren que el polimorfismo de la región promotora del transportador de la serotonina es el mediador de la interacción entre el maltrato infantil, los eventos vitales estresantes y la depresión. Esta evidencia aparente ha normado el criterio de muchos clínicos que consideran que la adquisición genética de la alteración y la adición de factores ambientales son la base para comprender el desarrollo de muchas formas de depresión.

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Los resultados de un estudio en un modelo animal en ratones muestran que las conductas sexual y de violencia están interconectadas en las redes neuronales. Un pequeño circuito de neuronas localizado en la profundidad del cerebro de los machos de esta especie es la que determina si el animal lucha o copula.

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La comunicación preliminar de los resultados de un estudio piloto llevado a cabo recientemente, aborda el tema relativo a las modificaciones que se pueden generar en el cerebro por efecto de las señales de radiofrecuencia emitidas por el uso de los teléfonos celulares. Los autores del trabajo advierten, sin embargo, que aún se desconocen con precisión los consecuencias que este tipo de señales puedan tener sobre el cerebro.

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