Dos artículos de reciente publicación vuelven a analizar por medio de un meta-análisis los datos generados por 41 ensayos clínicos controlados, publicados o no, sobre la eficacia de dos antidepresivos: la fluoxetina y la venlafaxina en el tratamiento de la depresión. Entre los resultados del primer trabajo se muestra que los pacientes de cualquier edad y de ambos grupos de tratamiento tuvieron una mejoría significativamente mayor a la obtenida con el placebo. Las diferencias fueron más notorias en pacientes adolescentes y adultos jóvenes y menores en los pacientes de mayor edad. En el segundo artículo encuentran que los fármacos generaron una reducción de la ideación suicida en pacientes adultos y geriátricos y en los niños y pacientes jóvenes no generaron ni pensamientos ni conducta de este tipo. Esta reducción de las ideas suicidas fue paralela a la disminución de los síntomas generados por los medicamentos.

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La melatonina, hormona producida en la glándula pineal, se secreta en los mamíferos durante los periodos de oscuridad. En el humano su pico máximo de concentración se genera entre las tres y las cuatro de la mañana. Su proceso sintético se inicia a partir del triptófano y la serotonina y el aumento de su secreción se correlaciona con el incremento de la propensión al sueño. Es una hormona de liberación rítmica que está regulada por el núcleo supraquiasmático del hipotálamo anterior, por lo que se le considera primordialmente como una hormona cronobiótica, es decir sincronizadora de eventos orgánicos. En años recientes se ha generado un debate en torno a qué beneficio puede generar la administración de hormona exógena para los trastornos del sueño nocturno y para algunas formas de depresión. En esta publicación se hace una revisión de los aspectos más relevantes de la melatonina con respecto a estas condiciones clínicas.

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La terapia electroconvulsiva se ha mantenido como una eficaz opción terapéutica para distintos padecimientos, sobre todo para aquellos que no mejoran con los tratamientos farmacológicos o bien para aquellos que, por su gravedad y riesgo, requieren de una rápida intervención. Los ensayos clínicos controlados que valoran la eficacia y la seguridad de esta alternativa de tratamiento incluyen a pacientes muy seleccionados que en ocasiones no son del todo semejantes al tipo de casos que el clínico encuentra en su práctica diaria. Son por consiguiente de gran interés los resultados de un trabajo de investigación que se llevó a cabo con pacientes provenientes de la atención clínica cotidiana. Los datos muestran que esta alternativa sigue teniendo una eficacia elevada, pero sobre todo hacen notar que la respuesta varía de acuerdo con las características clínicas de los casos.

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El trastorno bipolar se caracteriza por la presencia de episodios recurrentes de manía, de depresión o de síntomas mixtos. Actualmente el clínico cuenta con varias alternativas de tratamientos farmacológicos tanto para el control de los síntomas agudos como para reducir los episodios recurrentes. No obstante, muchos pacientes, a pesar de estar bajo estos tratamientos, continúan presentado recaídas. Uno de los estudios más prominentes en este campo fue un ensayo clínico aleatorizado y doble ciego en el cual se determinó comparativamente qué tan eficaces eran el litio y la olanzapina para reducir la aparición de episodios subsecuentes de recaídas y de recurrencias tras los estados agudos de depresión, de manía o mixtos. En esta ocasión los autores efectúan un nuevo análisis de sus resultados con la finalidad de identificar la existencia de variables clínicas que pudiesen predecir el riesgo de nuevos episodios. Para ello utilizan los conceptos de variables mediadoras y moderadoras. Las primeras corresponden a aquellas que identifican la permanencia de ciertos efectos sobre el cuadro clínico y la respuesta a los tratamientos, mientras que las segundas explican cómo y por qué ocurren tales efectos.

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