Los síndromes de identificación errónea: trastornos de lectura mental
El síndrome de Capgras se da tras la idea de que alguna persona conocida es reemplazada por impostores. Este artículo propone una teoría en la que este síndrome se debe a un proceso de destrucción de la representación de dicha persona.
Para poder introducir esta teoría, debemos entender términos como anosognosia (negar una discapacidad) y asomatognosia o somatofrenia (no reconocer una parte del cuerpo como nuestra); estos términos forman parte de los síndromes de confabulación. La confabulación consiste en tener recuerdos falsos pero que se viven con certeza.
El objetivo de este articulo es entender la naturaleza de las fallas en algunos sistemas que producen estos síndromes.
La “hipótesis de los dos factores” (delirios y confabulación) comenzó con hacer diferencia entre la percepción (lo que veo, escucho, siento y recuerdo) y la cognición (pienso, decido, planeo). Explica el autor que algunos delirios son productos de explicaciones falsas a experiencias extrañas; esto ocurre cuando no nos es posible rechazar la idea falsa por no poder dudar de su plausibilidad. Para que esto suceda debe existir un problema a nivel cognitivo, específicamente en las funciones ejecutivas.
Esta falla, propone el autor, se encuentra en los delirios y también en las confabulaciones presentes dentro de los síndromes de mala identificación, cuando están basadas en el delirio (de que la persona de enfrente es un impostor).
La confabulación se conceptualiza como un trastorno en la memoria o en la percepción, ambos dominios del conocimiento. Para que exista una confabulación deben existir dos errores:
- el primero en áreas cerebrales encargadas de la percepción y memoria que lleva al paciente a declarar un recuerdo/ vivencia,
- el segundo en la imposibilidad de reconocer que esta percepción está basada en una percepción errónea, entonces de poder corregir su declaración, o sea en la cognición (funciones ejecutivas).
En los síndromes de mala identificación se pierde el reconocimiento de las personas, confabulando la explicación de que tiene a un impostor; esta última explicación no es detectada por las funciones ejecutivas para ser corregida por lo que se presenta el síndrome completo.
El curso, según Hirstein, comienza cuando se pierde la familiaridad de la persona que se deja de reconocer, el paciente deja de percibir la reacción afectiva hacia la persona entonces deja de reconocerla (experiencia extraña), por lo que comienza a crear el delirio de que es un impostor, añadiendo confabulaciones sobre las vivencias con la persona mal identificada.
Se añade un componente más, la personalidad previa del paciente, proponiendo una predisposición premórbida que apoya la creación del delirio (con base en que la explicación debe estar en el exterior).
Explicando sobre la familiaridad, debemos hablar sobre la memoria episódica-autobiográfica, encargada de las representaciones de las personas que conocemos y nuestro autoconcepto; esta memoria en conjunto con estructuras que nos dan la representación de la mente de otras personas (teoría de la mente) comienzan con errores dándonos una falla en la familiaridad, desencadenando la mala identificación de quien tenemos enfrente; esta teoría sustenta que los síndromes de mala identificación, son trastornos de la lectura de la mente, por las fallas que existen en los sistemas que usamos para entender y predecir la conducta de otros (también sus emociones, intenciones o motivos). Entonces si este sistema falla, perdemos la respuesta afectiva hacia esta persona, convirtiéndose en una experiencia extraña, que posteriormente se interpreta de forma delirante sin la capacidad para corregir cognitivamente.
Cognitivamente necesitamos las representaciones (memoria) y la capacidad para manipularlas (funciones ejecutivas), entonces necesitamos la capacidad para mover el enfoque de la percepción a la memoria y de regreso para poder reconocer a una persona y necesitamos de la teoría de la mente para poder atribuir a la persona reconocida un estado mental e incluso almacenar estos estados mentales en las representaciones que tenemos de otros. Las fallas en estos procesos tienen como resultado los síndromes de mala identificación y confabulación, postulándose como trastornos de la lectura del pensamiento.
En conclusión los síndromes de mala identificación se pueden explicar con la hipótesis de dos factores: fallas en la percepción y fallas ejecutivas que monitorean y corrigen las percepciones alteradas. Las personas con síndrome de Capgras tienen una persona familiar en cuanto a cuerpo y cara, pero habitadas por una mente no familiar y no cuentan con el proceso ejecutivo que corrige o resuelve dicha contradicción, formando un delirio que cuando se expresa se convierte en una confabulación sobre un impostor.
- Rosy Senado Zaga
Bibliografía
- Hirstein, W. (2010). The misidentification syndromes as mindreading disorders. Cognitive Neuropsychiatry, 15(1), 233-260. doi: 10.1080/13546800903414891