Los síntomas conductuales asociados con estos padecimientos han sido poco estudiados, a pesar de que frecuentemente son graves e incluyen más problemas además de las alteraciones motoras. La enfermedad de Huntington (EH) es un trastorno neurodegenerativo progresivo, que se hereda con un patrón autosómico dominante.

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La esquizofrenia continúa siendo un trastorno mental para el que todavía no se tiene una completa explicación causal. Existen muchas teorías que aparecen y se insertan en una cada vez más compleja patología de esta enfermedad. Recientemente apareció un nuevo paradigma que intenta unificar una serie de hallazgos específicos en relación con los posibles fenómenos que producen parte de los síntomas de esta entidad clínica. La “hipótesis de la desconexión” postula que las anormalidades cognoscitivas y de percepción que se presentan en la esquizofrenia son causadas por procesos específicos de desconexión de mecanismos dopaminérgicos y colinérgicos expresados a nivel sináptico.

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La eficacia de los tratamientos con procedimientos psicoterapéuticos es, por diversas razones, difícil de evaluar en el contexto de los ensayos clínicos controlados. Se requiere contar con procedimientos de control de calidad de las intervenciones que permitan asegurar que todos los participantes en el estudio serán sometidos al mismo tipo de maniobra, y que ésta se ejercerá en forma y grado comparables.

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La información epidemiológica sobre las enfermedades mentales sigue siendo un campo en el que el conocimiento es limitado y, por otra parte, los datos tienden a modificarse rápidamente; adicionalmente, los estudios de esta área se han vuelto más complejos, ya que no sólo se limitan a mostrar cifras de prevalencia e incidencia. Ahora hay un interés en correlacionar los datos básicos con otros parámetros que reflejen de manera más integral lo que realmente sucede en las comunidades humanas

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Cierto número de estudios transversales ha identificado una comorbilidad importante entre ansiedad y depresión con el abuso de alcohol. Por ejemplo, los datos de trabajos epidemiológicos de población abierta en Norteamérica y Europa muestran de manera consistente un incremento de por lo menos el doble, en la prevalencia de por vida de los trastornos ansiosos y depresivos en sujetos con el diagnóstico de abuso o dependencia al alcohol.

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