Dos compuestos principales de la planta “cannabis” (cannabis sativa), el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol) y el CBD (cannabidiol), afectan el estado de ánimo y la ansiedad de modo distinto dependiendo de la dosis. En esta revisión se hace un resumen de los resultados obtenidos en ocho ensayos controlados que evaluaban los efectos del THC y del CBD en los trastornos afectivos y ansiosos, así como en el trastorno de estrés postraumático. La evidencia encontrada acerca de la efectividad del uso de estos compuestos para el tratamiento de los trastornos psiquiátricos mencionados es insuficiente; por lo que, no se recomienda el uso del cannabis para tratar a pacientes que los padezcan. Es necesario llevar a cabo estudios para evaluar la seguridad y la eficacia del uso de los cannabinoides en el tratamiento de los trastornos psiquiátricos.

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potenciales Esta revisión permite subrayar la relevancia del sistema endocannabinoide como elemento de la fisiopatología de la esquizofrenia la cual puede a su vez tener elementos útiles como posibles blancos terapéuticos de agonistas y antagonistas farmacológicos, concentrados puros de THC o aceites completos de cannabis THC:CBD. Sin embargo, la evidencia clínica, a través de reportes aislados, algunos ensayos abiertos, escasos ensayos clínicos y unas cuantas revisiones sistemáticas no soporta aún la recomendación de usar estos preparados para mejorar el estado clínico de los síntomas positivos o negativos, de las alteraciones cognitivas y del estado general de las personas con esquizofrenia. Una preocupación puntual son los posibles efectos negativos de estos medicamentos en sujetos con vulnerabilidad.

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La percepción cada vez más popular de que los productos derivados del cannabis han demostrado eficacia para manejar una amplia gama de síntomas ha presionado su uso en entidades clínicas complejas como el Trastorno del Espectro Autista. Este diagnóstico tiene síntomas amplios que han sido difíciles de manejar con los tratamientos convencionales: alteraciones en el comportamiento social, conductas repetitivas, irritabilidad y alteraciones en el lenguaje. A pesar de tener alguna evidencia en el control de esos síntomas con medicamentos como antipsicóticos, ISRS y otros, aún no hay estándares para el manejo clínico. En el caso del CBD u otros cannabinoides medicinales, debido a limitaciones en la dosificación o modo de empleo, es más probable que se muestre un efecto placebo subyacente a los resultados de los estudios.

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A pesar del gran interés que ha despertado el uso de medicamentos con base en el cannabis, aún no hay información suficiente que permita afirmar que se beneficie a los pacientes con trastornos mentales o síntomas de trastornos mentales. Se realizó una revisión sistemática y metaanálisis de los resultados de estudios experimentales y observacionales que hayan intentado probar la eficacia de los diferentes productos cannábicos en los diagnósticos más frecuentes.

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A pesar de no contar con conocimientos precisos sobre su mecanismo de acción y el papel exacto en el tratamiento de los síntomas dolorosos y no dolorosos de la fibromialgia, el uso medicinal del cannabis se ha convertido en un foco muy importante de investigación y controversias, pero también representa una esperanza para muchos pacientes. En esta revisión se exploran los efectos terapéuticos del cannabis medicinal, además de sus características y papel en el tratamiento de la fibromialgia. Aún existe una gran necesidad de explorar otros efectos farmacológicos, la eficacia y la seguridad del cannabis para el tratamiento de la fibromialgia, así como de realizar estudios para evaluar los beneficios a largo plazo, las interacciones THC-CBD, para determinar y estandarizar los regímenes de tratamiento y para evaluar los beneficios a largo plazo, la relación dosis-respuesta y la dependencia.

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