A diferencia de lo que usualmente se cree, la población de adultos mayores presenta enfermedades y trastornos mentales en la misma proporción que sus contrapartes de jóvenes y adultos, con excepción de ciertas patologías como la demencia y el deterioro cognitivo leve, que se presentan de manera más común entre los adultos mayores.
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El trastorno de pánico se asocia a un deterioro de la salud física y mental de quien lo padece; además puede presentarse de forma comórbida con abuso de sustancias y suicidio, entre otros trastornos mentales.
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Los trastornos del estado de ánimo (depresión y manía) son los trastornos psiquiátricos más frecuentes, siendo responsables de la mayoría de suicidios y discapacidad.
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El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una enfermedad neuropsiquiátrica caracterizada por la aparición no deseada y repetitiva de impulsos e imágenes, así como la realización ritualizada de conductas destinadas a evitarlos. La sintomatología se inicia durante la infancia o la adolescencia hasta en el 80% de los casos, con una prevalencia en niños del 1 al 3%. La etiología suele ser multifactorial e involucra interacciones complejas entre factores genéticos y ambientales.
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