La presencia de trastornos de ansiedad en el trastorno bipolar es más común de lo que se habitualmente se considera. Es posible que este fenómeno, más que una coexistencia de trastornos individuales, corresponda a parte del fenotipo del trastorno bipolar. Diversos estudios muestran que los individuos con ambas condiciones mejoran poco con los tratamientos, presentan problemas de abuso de sustancias y tienen mayor discapacidad. Pero al parecer, responden más a intervenciones de psicoterapia.

Los síntomas residuales de la depresión generan un impacto negativo sobre los pacientes ya que se asocian a una remisión incompleta, a un pobre nivel funcional y a una evolución más crónica del padecimiento. Si bien la fatiga es un síntoma residual muy común, es necesario no dejar de evaluar otras manifestaciones en distintas dimensiones sintomáticas.

Hace ya algunos años surgieron evidencias que llevaron a proponer que los antidepresivos pueden tener efectos de tipo antiinflamatorio y que es factible que esos efectos participen en el mecanismo antidepresivo global. Por otra parte, ya se había considerado la posibilidad de que los procesos inflamatorios se ubiquen dentro del contexto etiopatogénico general de las depresiones. Dos recientes artículos de interés abordan este tema.

Una necesidad impostergable es contar con elementos clínicos que puedan, al menos parcialmente, predecir el curso y la evolución de los padecimientos mentales. En estas revisiones se analiza el papel que pueden tener los trastornos del sueño en estos aspectos. De manera particular se evalúa su relación con la conducta de suicidio.