Violencia contra la mujer durante la pandemia por COVID-19: revisión de la literatura y un llamado para abordar las emergencias sociales y de salud

Violencia contra la mujer durante la pandemia por COVID-19: revisión de la literatura y un llamado para abordar las emergencias sociales y de salud

La Violencia de Género (VG) es una violación a de los derechos humanos y un problema mundial con gran impacto en la víctima, la familia y la comunidad. Particularmente, la Violencia de la Pareja (VP) ocurre dentro de una relación familiar o de pareja cuando estos cohabitan. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la VP puede ejercerse de distintas formas: física, sexual, psicológica, económica y acoso.

Se ha reportado que la solicitud de ayuda por VP aumenta sustancialmente tras desastres naturales. Algunas de las causas propuestas para explicar este fenómeno son: 1) los desastres contribuyen a que disminuya la satisfacción marital y refuerzan el uso de conductas agresivas para resolver conflictos con la pareja íntima, 2) existen situaciones estresantes posteriores al desastre (problemas o incertidumbre económica, aumento en los trastornos mentales) que contribuyen al aumento de conductas agresivas en la pareja, y 3) los desastres limitan el acceso a importantes apoyos para las mujeres.

La pandemia por COVID-19 que vivimos actualmente a nivel mundial representa una crisis social y de salud más prolongada que cualquier evento catastrófico estudiado con anterioridad; tomando en cuenta los antecedentes mencionados, las elevadas tasas de VP son particularmente preocupantes. El eslogan “quédate en casa, salva vidas”, utilizado alrededor del mundo para proteger a la población de la infección por SARS-CoV-2, se vuelve paradójico en el contexto de la violencia doméstica. A este respecto, los perpetradores de VP, han aprovechado las restricciones y el aislamiento obligatorio estipulados en muchos países, para ejercer mayor poder y control sobre las mujeres, quienes están a su vez obligadas a quedarse en casa completamente aisladas y sin la posibilidad de buscar ayuda.

El principal objetivo de esta revisión es llevar a cabo una revisión crítica de la literatura científica relacionada a violencia de género tras la pandemia por COVID-19, con la finalidad de resaltar posibles soluciones para brindar atención clínica/psicológica y servicios forenses a las víctimas de VP durante la pandemia.

Los autores decidieron incluir cualquier tipo de publicación que reportara información relacionada con violencia de género en el contexto de la pandemia por COVID-19; asimismo, y con la finalidad de proveer una amplia perspectiva del tema, se consideraron publicaciones que reportan diferentes desenlaces, diferentes tipos de relación entre el perpetrador y la víctima de violencia, y todas las formas de VP. Se excluyeron publicaciones relacionadas con niños y adolescentes, así como aquellas centradas específicamente en las consecuencias psiquiátricas.

Se incluyeron 42 artículos; dentro de éstos, 7 están dirigidos principalmente a crear consciencia sobre el problema de VP durante la actual pandemia, 15 evalúan la tendencia de denuncias de VG durante la pandemia, y 20 proponen nuevas estrategias para el manejo de VG durante una pandemia.

Crear consciencia sobre el problema de VP durante la actual pandemia

La Organización de las Naciones Unidas predijo un aumento en los casos de VP del 20% durante el aislamiento por la pandemia de COVID-19 en los países miembros. En Etiopía del Norte, la prevalencia de VP fue de 24.6%, siendo la violencia psicológica la forma más frecuente de VD. También se ha señalado, que la pérdida de empleos y el desempleo durante la pandemia, han empeorado la dependencia económica de la mujer, principalmente entre mujeres de color y sin educación superior; asimismo, el acceso a diferentes fuentes de vivienda se ha limitado por las restricciones sociales establecidas. Otro punto para considerar es la inestabilidad económica generada tras la pandemia, misma que puede aumentar los conflictos intrafamiliares; el desempleo en el hombre puede exacerbar la frustración y a su vez las conductas agresivas hacia la pareja. Algunos autores han enfatizado la importancia que tienen los sistemas de salud para prevenir la VP; aunado a que la mayoría de las mujeres víctimas de violencia no buscan atención, los servicios de urgencia están saturados y los médicos abrumados por las demandas del coronavirus; por lo que las lesiones producto de la VP pueden pasarse por alto o ser mal diagnosticadas, y muchas consultas médicas no urgentes han sido canceladas o reagendadas dificultando la detección oportuna de víctimas de violencia.

Tendencia de denuncias de VG durante la pandemia

Desde el inicio de la pandemia en marzo del 2020, en muchos países alrededor del mundo, se ha reportado un incremento importante en el número de llamadas de mujeres víctimas de VP; cabe mencionar que la mayoría de los reportes que se tienen hoy en día provienen de líneas de ayuda, y muy pocos artículos reportan denuncias ante las autoridades policiacas. La línea directa nacional de Violencia Doméstica de los Estados Unidos refiere que muchas mujeres han reportado que sus parejas abusadoras se han aprovechado de las restricciones sociales implementadas para prevenir contagios, para limitar su acceso a centros de ayuda. Asimismo, aunado a la violencia física, hay también reportes de casos en los que los perpetradores de VP utilizan el COVID-19 como arma indirecta contra las víctimas (ej. no permiten que sus parejas se laven las manos, para generar mayor miedo a contraer la enfermedad, impiden que sus parejas reciban atención médica en caso necesario, entre otros). Existen también datos que muestran una disminución en la búsqueda de atención y reportes de VD; aunque esta información parece contraria al aumento de la tendencia en las denuncias durante la pandemia, no debe interpretarse como una disminución del número de víctimas, sino como una limitación en la búsqueda de atención y una consecuencia negativa de las medidas restrictivas relacionadas con la pandemia.

Propuesta de nuevas estrategias para el manejo de VG durante una pandemia

La pandemia por COVID-19 ha sido identificada como un parteaguas para la implementación de guías para la protección de víctimas de violencia doméstica y la propuesta de nuevas estrategias para el manejo de VD durante pandemias emergentes; debido a que no existen aún protocolos adecuados de la OMS para estos casos, se han propuesto estrategias interesantes que incluyen la salud móvil y telemedicina como técnicas eficaces para asesorar a la víctima utilizando preguntas de “si” y “no”. Otros autores señalan la importancia de implementar un servicio de detección rutinaria de VP en las consultas remotas de atención primaria, con el previo entrenamiento del personal de salud para reconocer signos de violencia; se habla de vigilancia por parte de equipos locales, y la implementación de bases de datos compartidas entre el sistema de salud y la policía para identificar individuos en riesgo. Otras propuestas interesantes están relacionadas al desarrollo de “Apps” (aplicaciones) que permitan a las mujeres solicitar ayuda sin la necesidad de hacer llamadas telefónicas, y utilizando claves para alertar al personal de salud; la existencia de líneas de ayuda disponibles 24/7, y la implementación de servicios en línea para víctimas de violencia. Por último, se reconoce la importancia del apoyo que los servicios médicos y forenses dan a las víctimas sobrevivientes de violencia, y la necesidad de mantenerlos a pesar de las nuevas necesidades que han surgido desde el inicio de la pandemia; así como la necesidad de redefinir la accesibilidad a refugios seguros.

Aunque los estudios al respecto son escasos, esta revisión revela que existe mayor riesgo de VD como consecuencia directa de las restricciones establecidas por la gran mayoría de los países para el control de la pandemia por COVID-19. Mientras que el mundo entero intenta sobrevivir ante esta crisis, las medidas para minimizar los contagios refuerzan los ambientes que facilitan las conductas perpetradas por agresores hacia sus parejas íntimas para obtener poder y dañarlas física, psicológica y sexualmente. El estrés del confinamiento, la incertidumbre en términos económicos, las actitudes frente al rol de género y el deseo de control durante desastres como el que vivimos en la actualidad, contribuyen al aumento de riesgo de VP.

Por otro lado, aunque el análisis resultante de los centros de ayuda antiviolencia demuestra una baja en las solicitudes por parte de las víctimas durante la pandemia, esta información no debe interpretarse como una reducción de los casos de violencia; las solicitudes de ayuda pueden haber disminuido por la restricción de movilidad y la limitación de servicios de calidad o la administración diferente de los mismos como resultado del distanciamiento social. Además, la restricción del acceso para las mujeres que buscan atención médica y seguridad en centros antiviolencia podría además estar ligada al miedo a infectarse, ya que muchos de estos se encuentran dentro de los hospitales. Por lo tanto, las autoridades deben encontrar una pronta respuesta para prevenir que lo anterior sea un gran obstáculo para mujeres víctimas de violencia.

Además, a la luz de los resultados obtenidos, el siguiente paso es encontrar estrategias para revertir las limitantes para acceder a los centros antiviolencia; debemos aprender del pasado inmediato para desarrollar estrategias efectivas que puedan también ser implementadas en otras situaciones de emergencia. Los sistemas de salud deben responder con intervenciones de telemedicina innovadoras, que lleve a cabo un equipo multidisciplinario, así como con establecimientos que provean dicho servicio fuera de los hospitales, para mejorar la accesibilidad de las mujeres que lo requieran.

El alcance de la presente revisión se centra en proveer una amplia perspectiva de la relación entre VD y la pandemia actual. Mientras que la cuarentena es efectiva para contener la infección por COVID-19, esta puede llevar consigo importantes consecuencias sociales, económicas y psicológicas. El COVID-19 y la violencia son pandemias que se interrelacionan, y los sistemas de salud deben aprender de este trágico escenario para implementar soluciones creativas, proveer de los cuidados necesarios a las víctimas de violencia y estar preparados para el futuro.

  • Sofía Vidal de la Fuente
Bibliografía
  • Viero, A., Barbara, G., Montisci, M., Kustermann, K., & Cattaneo, C. (2021). Violence against women in the Covid-19 pandemic: A review of the literature and a call for shared strategies to tackle health and social emergencies. Forensic Science International, 319, 110650. doi: 10.1016/j.forsciint.2020.110650