COVID-19 y Salud Mental: una revisión de la literatura existente
La crisis de salud que afecta a varias naciones derivada de la pandemia por COVID-19 ha dado como resultado más de 720,000 casos y 33,000 muertes confirmadas reportadas. Los brotes generalizados se han asociado con consecuencias adversas para la salud mental. Se recuperó la literatura existente sobre el brote de COVID-19 y la salud mental mediante una búsqueda bibliográfica en la base de datos de PubMed. La evidencia preliminar sugiere que los síntomas de ansiedad y depresión (16-28%) y el estrés autoinformado (8%) son reacciones en cuanto a salud mental se refiere, los cuales son derivados comunes de la pandemia de COVID-19 que pueden estar asociados con trastornos del sueño. Diversas variables individuales y estructurales regulan estos riesgos. Es importante tomar en cuenta las directrices mencionadas en las instituciones que brindan servicios de planificación para dichas poblaciones, con base en las necesidades de la población general, trabajadores de la salud y poblaciones vulnerables. La literatura disponible ha surgido de solamente algunos de los países afectados y puede que no refleje la experiencia de personas que viven en otras partes del mundo. Los problemas de salud mental subsindrómicos son una respuesta común a la pandemia de COVID- 19. Cuatro estudios (todos de centros chinos) examinaron la frecuencia de variables específicas relacionadas con la salud mental en personas afectadas por el brote de COVID-19 (Wang et al., 2020; Xiao et al., 2020a; Li et al., 2020; Xiao et al., 2020b). Los resultados se resumen en la tabla 1.
Tabla 1. Estudios observacionales de problemas de salud mental relacionados con COVID-19 (Traducida y adaptada de Rajkumar, 2020) | |||||
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Autor | País de origen | Población (es) de estudio | Metodología | Instrumentos | Resultados |
Wang et al., 2020 | China | Población general (n = 120) | Encuesta online | Escala de Depresión, Ansiedad y Estrés (DASS-21); Escala de Impacto del evento revisada (IES-R) | 16.5% de síntomas depresivos moderados a graves; 28.8% de síntomas de ansiedad de moderado a severo; 8.1% estrés moderado a severo |
Xiao et al., 2020a | China | Personal médico tratante de pacientes con COVID-19 (n = 180) | Cuestionario transversal autoevaluable | Escala de autoevaluación de ansiedad (SAS); Escala General de autoeficiencia (SES); Cuestionario de reacción aguda al estrés de Stanford (SASR); Índice de calidad del sueño de Pittsburgh (PSQI); Escala de tasa de apoyo social (SSRS) | Puntuaciones medias de ansiedad 55.3 ± 14.2; ansiedad positivamente correlacionada con el estrés y negativamente con la calidad del sueño, el apoyo social y autoeficiencia (p < .05, todas las correlaciones) |
Li et al., 2020 | China | Población general (n = 214) Enfermeras en primera línea (n = 234) Enfermeras no en primera línea (n = 292) | Encuesta transversal autoevaluable empleando una aplicación móvil | Versión china de la escala de trauma vicario | Mayor traumatismo relacionado con COVID-19 entre los que no son de primera línea como las enfermeras (p < .001); traumatización más alta entre el público en general que entre las enfermeras de primera línea (p < .005) pero no entre enfermeras que no lo son |
Xiao et al., 2020b | China | Individuos en autoaislamiento por 14 días (n = 170) | Cuestionario transversal autoevaluable | Escala de autoevaluación de ansiedad (SAS); Cuestionario Reacción de estrés agudo de Stanford (SASR); Índice de calidad del sueño de Pittsburgh (PSQI); Escala de capital social personal (PSCI-16) | Puntuación media de ansiedad 55.4 ± 14.3; ansiedad correlacionada positivamente con el estrés y negativamente con la calidad del sueño y el capital social; capital social correlacionado positivamente con la calidad del sueño. (p < .05, todas las correlaciones) |
Ante la urgente necesidad de aumentar las investigaciones en el país en dónde se dio el brote de COVID-19, surge también la de realizar investigaciones que representen al resto de los países afectados, particularmente enfocadas en poblaciones vulnerables. Existe a la fecha una baja cantidad de estudios observacionales a gran escala disponibles en este campo. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha llevado a una respuesta vigorosa y multifacética de psiquiatras y profesionales afines, y claramente se está tomando en consideración la salud mental en múltiples niveles: en la población general, en trabajadores de la salud y en poblaciones vulnerables. Si bien la calidad de la evidencia en la literatura disponible es relativamente baja, es cierto que contiene numerosas observaciones y sugerencias valiosas para todos los profesionales que trabajan en este campo, ya sean asociados con psiquiatría, hospitales generales o trabajo en la comunidad. La tendencia en el número de pacientes afectados por esta pandemia es al alza. Dado lo anterior, los psiquiatras y profesionales en salud mental, especialmente en los países asiáticos, se enfrenta al desafío de abordar las numerosas barreras y limitaciones identificadas en la literatura anterior. Asimismo, también tienen la oportunidad de implementar aquellas sugerencias o recomendaciones que sean factibles al nivel local o regional. La enfermedad COVID-19 y el impacto que tiene en salud mental pueden tardar semanas o meses en hacerse completamente evidente; controlar este impacto requiere un esfuerzo concertado no solo de los psiquiatras sino de los sistemas de salud que los respaldan. Es de gran interés científico y altamente necesario para futuras investigaciones, incluso en forma de estudios preliminares o piloto, para evaluar el alcance de esta pandemia en otros países, particularmente en aquellos donde la infraestructura de salud mental está menos desarrollada y es probable que el impacto sea también más severo. Las investigaciones deberían estar dirigidas a intentos enfocados en evaluar el impacto de COVID-19 en otras poblaciones vulnerables, como niños y adolescentes, aquellos en zonas remotas o áreas rurales que enfrentan barreras para acceder a la atención médica, y aquellos pertenecientes a estratos socioeconómicos más bajos. Además, es necesario desarrollar intervenciones de salud mental que sean de tiempo limitado, culturalmente sensible y que se puedan enseñar a los trabajadores sanitarios y a los voluntarios, lo anterior con la finalidad de que estas intervenciones sean probadas y que la información sobre las estrategias terapéuticas efectivas pueda ser ampliamente difundida entre los profesionales que brindan atención en salud mental.
- Cosette Reyes
REFERENCIAS
- Li, Z., Ge, J., Yang, M., Feng, J., Qiao, M., Jiang, R., Bi, J., ... Liu, C., Yang, C., 2020. Vicarious traumatization inthe general public, members, and non-members of medical teams aiding in COVID-19control. Brain Behav. Immun. 10 (20), S30309.
- Wang, C., Pan, R., Wan, X., Tan, Y., Xu, L., Ho, C.S., Ho, R.C., 2020. Immediate psy-chological responses and associated factors during the initial stage of the 2019 cor-onavirus disease (COVID-19) epidemic among the general population in China. Int. J.Environ. Res. Public Health 17 (5), E1729.
- Xiao, H., Zhang, Y., Kong, D., Li, S., Yang, N., 2020a. The effects of social support on sleepquality of medical stafftreating patients with coronavirus disease 2019 (COVID-19)in January and February 2020 in China. Med. Sci. Monit. 26, e923549.R.P. RajkumarAsian Journal of Psychiatry 52 (2020) 1020664
- Xiao, H., Zhang, Y., Kong, D., Li, S., Yang, N., 2020b. Social capital and sleep quality inindividuals who self-isolated for 14 days during the coronavirus disease 2019(COVID-19) outbreak in January 2020 in China. Med. Sci. Monit. 26, e923921.
BIBLIOGRAFÍA
- Rajkumar RP. COVID-19 and mental health: A review of the existing literature. Asian Journal of Psychiatry, 2020;52:102066. doi: 10.1016/j.ajp.2020.102066