Apoyo a adultos en duelo debido a COVID-19: Una revisión rápida del impacto de pandemias anteriores en el luto y el duelo

Apoyo a adultos en duelo debido a COVID-19: Una revisión rápida del impacto de pandemias anteriores en el luto y el duelo

Las pérdidas asociadas a una pandemia impactan en las normas, rituales y prácticas sociales relacionadas con la muerte y el luto se incrementa el riesgo de un duelo complicado que se caracteriza por una vivencia de mayor intensidad puede tener una duración mayor a la socialmente esperada o que causa un importante deterioro en el funcionamiento cotidiano.

Frente a la pandemia global por COVID-19, es posible un impacto negativo en las experiencias individuales y sociales relacionadas con la muerte, el luto y el duelo; primeramente, por la naturaleza inesperada y, en muchas ocasiones, la rapidez con la que ocurren la muerte, el aislamiento y las barreras físicas que impiden una comunicación oportuna y limitan las posibilidades de poder despedirse del ser querido o llevar a cabo los rituales funerarios característicos de la cultura a la que se pertenece.

Los autores del presente estudio tuvieron como objetivo identificar aquellas experiencias de pandemias/brotes de enfermedades infecciosas pasadas que impactaron sobre el luto y el proceso de duelo en familiares, con el propósito de poder contar con una mejor orientación sobre la atención y servicios requeridos por los familiares antes y después de la muerte de un ser querido debido a COVID-19.

Se realizó una búsqueda bibliográfica de acuerdo con los principios del Instituto Joanna Briggs para los cuidados en salud basados en evidencia, seguido de un análisis cualitativo de los datos mediante síntesis temática. Se realizó una búsqueda en MEDLINE [1966-2020], CINAHL [1982-2020], EMBASE [1974- 2020], Psychoinfo [1806-2020], and TRIP [2000-2020] con los términos 1) pérdida de un ser querido, duelo y luto y 2) pandemia y epidemias (fiebre hemorrágica, ébola, síndrome respiratorio agudo severo-SARS, síndrome respiratorio de oriente medio-MERS, influenza humana, coronavirus). Se analizaron trabajos sobre reportes de caso, series de caso o estudios de campo que incluyeran personas en duelo, mayores de 18 años, con problemas relacionados con el duelo/luto anticipado, enfocados en el contexto de pandemias/brotes de enfermedades infeccionas previas.

Se identificaron 218 artículos y 2 artículos adicionales provenientes de una revisión sistemática. Se eliminaron 14 artículos duplicados, 195 tras revisión del título y resumen y 5 más después de la revisión del texto. Se incluyeron 6 artículos: cuatro estudios cualitativos, un estudio observacional y una revisión sistemática. De los estudios cualitativos, uno estuvo enfocado a profesionales de la salud paliativa (PSPs) durante la epidemia SARS en Singapur, dos estudios sobre sobrevivientes del ébola en África occidental y un estudio en miembros de una comunidad haitiana durante la epidemia de cólera. El estudio observacional incluyó pacientes que acudían a servicios de salud mental en Sierra Leona tras la epidemia de ébola, y la revisión sistemática se enfocó en sobrevivientes de ébola.

Ninguno de los estudios incluyó a personas en luto ni el impacto que una muerte relacionada con la pandemia tuvo en su duelo subsecuente; se centraron en sobrevivientes de la enfermedad, los cuales son personas en duelo, muchos de los cuales con múltiples pérdidas.

El tema general en los resultados fue la “Diversidad de las pérdidas”, con tres subtemas identificados: “Incertidumbre”, “Interrupción de las relaciones y la autonomía” y “Factores que influyen en el desenlace del duelo”.

La "Diversidad de las pérdidas" se refiere a la experiencia de múltiples pérdidas durante la pandemia. Además de la muerte de un ser querido o ser testigo de la muerte de otros, se vivió la pérdida simbólica de un estilo de vida, de una cultura y prácticas sociales cotidianas.

La "Incertidumbre" estaba dirigida hacia el pronóstico de la enfermedad y hacia las creencias y percepciones sobre la misma. La incertidumbre sobre la naturaleza de la enfermedad afectaba la forma en la que las familias se encontraban preparadas para la muerte y despedida de su ser querido (“Para el SARS, la muerte puede golpear de repente. Las familias generalmente no tienen la oportunidad de escuchar las últimas palabras de los pacientes o decir sus últimas palabras a los pacientes”). En cuanto a las percepciones y creencias acerca de la enfermedad, influía la información que las personas recibían por parte de las autoridades competentes. De no ser clara o ser ambigua, podía originar miedo, inseguridad, distrés psicológico, estigmatización, información falsa y, en ocasiones, violencia hacia los afectados e instituciones de salud (“Es un veneno que traen los extranjeros para dividirnos”).

Las pandemias afectaron la capacidad de las personas para relacionarse. Las barreras físicas, como el uso de equipo de protección y el aislamiento secundario a las restricciones en las visitas y al contacto físico, surgieron como una necesidad de protección (“… porque solo ves personas, a través de esta malla, o tienen algún tipo de gafas en la cara, solo ves una pequeña parte del cuerpo”). De esta forma, se perdieron los mecanismos usuales de apoyo social del familiar hacia el paciente (“No podían estar cerca de sus seres queridos, tocarlos, susurrarles. Todo tenía que hacerse a través del panel de vidrio frío”) o del apoyo mutuo entre familiares (“El aislamiento posterior afectó su proceso de curación y capacidad de afrontamiento, ya que recibieron poco apoyo durante su luto y no pudieron compartir sus experiencias traumáticas”). Adicionalmente, la autonomía en la toma de decisiones se vio afectada (“El paciente no tiene elección sobre dónde muere o sobre quién estará presente cuando muera”) así como las prácticas culturales de luto o incluso, la carencia de una sepultura (mausoleo, nicho, tumba) donde realizar una visita posterior (“Cuando los cadáveres eran incinerados, sin funerales ni entierros formales, ni siquiera tenían una tumba que visitar”).

En cuanto a los factores que influyen en el desenlace del duelo hubo una incertidumbre generalizada sobre el impacto a largo plazo de estas experiencias. No obstante, entre los factores que pudieran tener un impacto positivo en el proceso de duelo se incluyen: la oportunidad de promover el contacto social y facilitar la comunicación (mediante cuartos de visita con protecciones transparentes entre el enfermo y la familia). En la medida de lo posible, respetar los rituales de luto de acuerdo con las creencias religiosas o culturales (designar un espacio para que los familiares pudieran decir el último adiós) y promover que las intervenciones psicosociales de apoyo sean otorgadas tanto por los servicios formales de salud mental como a través de iniciativas comunitarias.

El presente estudio muestra como las pandemias previas originaron múltiples pérdidas, tanto aquellas relacionadas con la muerte, como las relacionadas con las normas sociales, rituales y prácticas fúnebres. Las alteraciones que afectan la capacidad individual para conectarse con el difunto antes y después de su muerte pueden impactar negativamente en el proceso de duelo, particularmente, cuando los rituales funerarios usuales son apresurados, cambiados o incluso ausentes.

Dada la carencia de estudios en esta área, el aprendizaje específico de estas pandemias previas para la crisis originada por la actual pandemia por COVID-19 y su impacto en los dolientes es pertinente. Este trabajo confirma que en la pandemia por COVID-19 se incrementan los factores de riesgo asociados a un duelo complicado, tales como la muerte repentina o inesperada y el limitado apoyo social que rodea a la muerte. Las estrategias que pudieran reducir el riesgo de un duelo complicado incluyen: 1) promover la conexión y comunicación entre el paciente, sus familiares y los PSPs cada vez que sea posible, empleando las tecnologías disponibles en la actualidad, 2) asegurar el cuidado individualizado para la toma de decisiones, planeación en el cuidado y deseos del paciente, el apoyo a las creencias religiosas o culturales y 3) evaluar las posibilidades para un futuro ritual conmemorativo (“También se ofrece a la familia la posibilidad de ponerse en contacto con un líder religioso de su elección, si desean que se organice una oración o un ritual antes de que el cuerpo sea transportado y enterrado”).

La preparación para el proceso de duelo es requerida para ayudar a desarrollar y proveer el apoyo más adecuado tras la pérdida del ser querido. No todo el personal del sector salud cuenta con el entrenamiento específico, por lo que el trabajo en conjunto con diversas organizaciones comunitarias será esencial para establecer un apoyo exitoso tras la pérdida y lograr darle un sentido a la misma dentro de la cosmovisión de cada individuo.

  • Ana Fresán Orellana
REFERENCIAS
  • Mayland CR, Harding AJE, Preston N, Payne S. Supporting Adults Bereaved Through COVID-19: A Rapid Review of the Impact of Previous Pandemics on Grief and Bereavement. Journal of Pain and Symptom Management, 2020;60(2):e33-e39. doi: 10.1016/j.jpainsymman. 2020.05.012