Tratamientos coadyuvantes en los trastornos del neurodesarrollo

Tratamientos coadyuvantes en los trastornos del neurodesarrollo

Introducción

Los Trastornos del Neurodesarrollo (TND) incluyen el Trastorno del Espectro Autista (TEA), la discapacidad intelectual, los trastornos de la comunicación, los trastornos específicos del aprendizaje, los trastornos del desarrollo motor, el Trastorno por Déficit De Atención con Hiperactividad (TDAH) y el trastorno por tics (APA, 2014).

Actualmente como parte de la investigación en los tratamientos para los TND, se ha puesto énfasis en el desarrollo de enfoques más personalizados que se adecuen al individuo y que tengan en cuenta sus factores biológicos y ambientales. Estos enfoques implican optimizar las intervenciones y potenciar los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos más efectivos y rentables. Los métodos para optimizar estas intervenciones pueden involucrar a las intervenciones coadyuvantes y alternativas (Lochman, Boxmeyer, Kassing, Powell, & Stromeyer, 2019).

Fuera de la evidencia del tratamiento farmacológico con estimulantes para los pacientes con TDAH, es aun controversial el beneficio y el perfil de efectos colaterales de los medicamentos, en general, en los niños y adolescentes con TND.

Los tratamientos coadyuvantes son aquellos que contribuyen o ayudan a la solución del problema o la enfermedad; su administración puede potenciar el efecto del tratamiento estandarizado, permitiendo reducir las dosis del mismo, disminuyendo la tolerancia, la toxicidad y los efectos colaterales (Morales Cudello, Castro Cisneros, & Licea Guerra, 2012). Los tratamientos coadyuvantes en psiquiatría pueden ser otros medicamentos, alimentos, suplementos, intervenciones psicosociales, actividades deportivas, actividades al aire libre, actividades asociadas a la espiritualidad y/o meditación.

Tratamientos coadyuvantes en el Trastorno del Espectro Autista

La musicoterapia para mejorar la comunicación social y la conectividad auditiva-motora en niños con autismo

El TEA es un trastorno del neurodesarrollo caracterizado por dificultad en la comunicación social e intereses restringidos y repetitivos. Asimismo, se acompaña de fortalezas en diversos dominios como el de la música. Estudios previos han informado sobre los efectos positivos de la música en los TEA. Actualmente, la evidencia de la efectividad de las intervenciones musicales es limitada y no se conoce una base neurocientífica para su uso generalizado en el TEA.

Se proponen dos posibles mecanismos para la neuroplasticidad inducida por la música y su impacto en el funcionamiento social que exista:

  1. una modulación cortical basada en la recompensa de forma “top-down” y/o
  2. una integración sensoriomotora de forma “bottom-up”.

En un ensayo clínico aleatorizado de grupos paralelos, se demostró que una intervención musical de entre 8 a 12 semanas puede alterar la conectividad cerebral intrínseca y mejorar los resultados informados por los padres en la comunicación social y la calidad de vida familiar en niños en edad escolar con TEA. Además, las mejorías fueron específicas para la comunicación pragmática, la reducción de las conductas inapropiadas y mejores relaciones e intereses sociales. En relación con los mecanismos de neuroplasticidad inducidos por la música los hallazgos apoyan la integración de bottom-up de las redes cerebrales sensoriomotoras que conducen a un mejor funcionamiento social. Los resultados del estudio apoyaron el uso de la música como una herramienta terapéutica para individuos con TEA y proporcionan evidencia de una intervención efectiva, barata, fácil de administrar y relativamente no especializada que se puede implementar a nivel mundial (Sharda et al., 2018).

El cannabis para reducir la irritabilidad en niños con trastorno del espectro autista

En los pacientes con TEA la brecha entre la evidencia publicada y las creencias públicas es amplia. Con los estudios preclínicos y las series de casos que informan un tratamiento exitoso con cepas de cannabis artesanales ricas en derivados canábicos (CBD) en niños con TEA e irritabilidad grave, se ha desencadenado el uso generalizado de varias cepas de cannabis en niños con TEA, a pesar de la falta de estudios controlados publicados. Además, los padres a menudo solicitan asistencia médica para la obtención de cannabis a fin de tratar los síntomas centrales del autismo, pero no la irritabilidad asociada; ésta es una solicitud frecuente que proviene de padres de niños menores de 5 años. Algunos padres prefieren probar el cannabis medicinal para la irritabilidad como tratamiento de primera línea, ya que se percibe como un tratamiento natural y, por lo tanto, más seguro, en comparación con los antipsicóticos como risperidona y aripiprazol. Muchas familias están interesadas en productos con un contenido relativamente alto de THC, lo que conlleva un mayor riesgo de comorbilidades neuroconductuales graves en esta población más vulnerable en comparación con la población general (Aran & Cayam-Rand, 2020).

Coadyuvantes en el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad

El ejercicio físico para mejorar la inatención e impulsividad en jóvenes

Existen estudios que muestran evidencia preliminar de los beneficios del ejercicio físico para las personas con TDAH. Recientemente en una revisión sistemática de artículos y 11 estudios relacionados con los efectos del ejercicio y el TDAH, se demostró que los niños con TDAH que realizaban ejercicio experimentaron mejoras en sus síntomas característicos, principalmente el déficit de atención e hiperactividad, en comparación con otras tareas sedentarias como mirar videojuegos. Cinco minutos de saltar, treinta minutos en una caminadora o realizar bicicleta estática fueron suficientes para producir mejoras apreciables en el control inhibitorio o en las funciones cognitivas y ejecutivas. Después del ejercicio se observaron los beneficios en otros aspectos, como los tiempos de reacción y la preparación para la respuesta, las habilidades motoras o la actividad cerebral (Villa- González, Villalba-Heredia, Crespo, del Valle, & Olmedillas, 2020). El ejercicio físico puede convertirse en una alternativa o al menos un complemento efectivo a los tratamientos farmacológicos utilizados actualmente para esta patología.

Dietas

  1. Control alimentario: dieta de eliminación restringida o “enfoque de pocos alimentos” (exclusión de elementos asociados con hipersensibilidad alimentaria, a veces denominada dieta oligoantigénica) y eliminación artificial del colorante alimentario de la dieta del niño.
  2. Complementos alimentarios: ácidos grasos poliinsaturados (por ejemplo, ácidos grasos omega-3 y omega-6); ingesta alta de vitaminas (p. ej., vitamina B6, vitamina B9, vitamina B12, vitamina C); ingesta de minerales (p. ej., magnesio, zinc, hierro, calcio) y aminoácidos (p. ej., acetil-L-carnitina, ácido gamma aminobutírico, glicina, L-tirosina).
  3. Terapia herbal (por ejemplo, Ginkgo Biloba, Ginseng, Hierba de San Juan, Hypericum perforatum, Valeriana).

Estos tratamientos coadyuvantes están soportados hasta el momento con evidencias con limitaciones importantes y continúan en estudio (Catalá-López et al., 2017).

Conclusiones

Los tratamientos farmacológicos sólo tienen evidencia sólida para el manejo del TDAH en niños y adolescentes. Se debe tener cuidado sobre los beneficios y efectos colaterales de cualquier tratamiento en personas con TND. Para el TEA, la musicoterapia puede mejorar algunas funciones ejecutivas y los derivados canábicos pueden disminuir la irritabilidad. Para el TDAH, la actividad física mejora algunos síntomas y el consumo de algunos ácidos grasos poliinsaturados puede mejorar la inatención. Existe una necesidad urgente de ensayos aleatorios de alta calidad de los múltiples tratamientos coadyuvantes para los TND en población pediátrica.

  • Mariana Paulina Escalona León
REFERENCIAS
  • American Psychiatric Association. (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales: DSM-5®. APA.
  • Aran, A., & Cayam-Rand, D. (2020). Medical Cannabis in Children. Rambam Maimonides Medical Journal, 11(1), e0003. doi: 10.5041/RMMJ.10386
  • Catalá-López, F., Hutton, B., Núñez-Beltrán, A., Page, M. J., Ridao, M., Macías Saint-Gerons, D., ... Moher, D. (2017). The pharmacological and non-pharmacological treatment of attention deficit hyperactivity disorder in children and adolescents: A systematic review with network meta-analyses of randomised trials. PloS One, 12(7), e0180355. doi: 10.1371/journal.pone.0180355
  • Lochman, J. E., Boxmeyer, C. L., Kassing, F. L., Powell, N. P., & Stromeyer, S. L. (2019). Cognitive behavioral intervention for youth at risk for conduct problems: Future directions. Journal of Clinical Child & Adolescent Psychology, 48(5), 799-810. doi: 10.1080/15374416.2019.1567349
  • Morales Cudello, S., Castro Cisneros, J. J., & Licea Guerra, D. (2012). Diccionario Médico Interactivo Temático (especialidades): Tratamiento coadyuvante. Recuperado de https://www.portalesmedicos.com/ diccionario_medico/index.php/Tratamiento_coadyuvante
  • Sharda, M., Tuerk, C., Chowdhury, R., Jamey, K., Foster, N., Custo-Blanch, M., ... Hyde, K. (2018). Music improves social communication and auditory–motor connectivity in children with autism. Translational Psychiatry, 8(1), 231. doi: 10.1038/s41398-018-0287-3
  • Villa-González, R., Villalba-Heredia, L., Crespo, I., del Valle, M., & Olmedillas, H. (2020). A systematic review of acute exercise as a coadjuvant treatment of ADHD in young people. Psicothema, 32(1), 67-74. doi: 10.7334/psicothema2019.211