Síndrome de <em>Burnout</em> en médicos residentes: revisión sistemática y metaanálisis

Síndrome de Burnout en médicos residentes: revisión sistemática y metaanálisis

El Síndrome de Burnout (SB), descrito por primera vez en 1974, es consecuencia de un estrés laboral crónico, y se caractetriza por un estado de agotamiento físico y emocional, una actitud cínica o distante frente al trabajo, colegas y pacientes (despersonalización), y una sensación de ineficacia y de no hacer adecuadamente las tareas.

El estrés laboral entre los trabajadores de la salud se ha convertido en un problema de salud importante, así como para la economía mundial. El agotamiento emocional y la irritabilidad pueden tener como resultado la aparición de trastornos psiquiátricos, principalmente SB (prevalencia igual o mayor al 50% en el gremio médico), cuyas consecuencias son potencialmente graves para el médico, el paciente y las instituciones de salud, e incluyen riesgo de cometer errores médicos, depresión, deterioro en la calidad de la atención médica, así como disminución de la satisfacción de los pacientes.

El Inventario MBI (Maslach Burnout Inventory) ha sido el instrumento más utilizado para detectar el SB y ha sido validado en diferentes contextos culturales y laborales; mide las tres dimensiones del síndrome: agotamiento emocional, despersonalización y baja eficacia profesional.

Los médicos residentes deben desarrollar diferentes habilidades en relación con su especialidad para mantener la calidad de atención a los pacientes. Durante la residencia están sujetos a deprivación del sueño, carga laboral elevada, salarios bajos y diversas responsabilidades en su lugar de trabajo; la combinación de estos factores los hace especialmente vulnerables para el desarrollo del SB.

Estudios previos han demostrado altas prevalencias del SB, otros trastornos mentales y deterioro en el desempeño laboral entre residentes de distintas especialidades; sin embargo, la literatura existente se limita a la evaluación de especialidades médicas aisladas. El objetivo de la presente revisión sistemática y metaanálisis es sintetizar los estudios publicados, y estimar la prevalencia de SB entre las distintas especialidades médicas, detactando en cuales de ellas se presenta con mayor frecuencia.

Se realizó una búsqueda que incluyó artículos publicados de 1974 al 2018, los cuales se clasificaron según su calidad metodológica. Los criterios de inclusión fueron: estudios transversales, inclusion de médicos residentes de diferentes especialidades, aplicación del MBI (versión completa), presencia o riesgo de SB o alguna de sus subdimensiones y calidad metodológica excelente o buena. Se excluyeron los estudios longitudinales o que incluyeran intervenciones no aprobadas por un comité de ética, con población de estudio restringida a subgrupos dentro del grupo de residentes y sin resultados específicos por especialidad médica. Se seleccionaron 26 artículos para esta revisión, recabando el nombre del autor, el año y el lugar de publicación, el tamaño de la población en estudio, las especialidades médicas evaluadas, las puntuaciones en cada una de las dimensiones del MBI y la existencia de SB.

Los estudios aprobados incluyeron un total de 4 664 médicos residentes. Se encontró una prevalencia de SB de 35.1% para todas las especialidades; al comparar la proporción de médicos residentes con SB por especialidades, se determinó que éstas se encuentran distribuidas en tres categorías con distintos grados del síndrome:

  1. Prevalencia alta (42.5%): cirugia general, anestesiología, ortopedia y ginecología y obstetricia.

  2. Prevalencia moderada (29.4%): medicina interna, cirugía plástica y pediatría.

  3. Prevalencia baja (23.5%): otorrinolaringología y neurología.

Considerando las subdimensiones, 23 estudios reportaron altas prevalencias de despersonalización (DE), 43.6% para todas las especialidades médicas. Cardiología (53.3%), otorrinolaringología (53.3%) y ginecología y obstetricia (50.6%) fueron las especialidades que mostraron los valores más elevados para alta DE; cirugía plástica (59.6%), radiología (50.8%) y medicina familiar (50.6%) obtuvieron los porcentajes más elevados de DE.

En cuanto al agotamiento emocional (AE), 23 estudios reportaron altas prevalencias con un 38.9% para todas las especialidades. Cirugía general (54.8%), otorrinolaringología (47.3%) y radiología oncológica (48.9%) fueron las especialidades con valores porcentuales más elevados para un alto AE, mientras que cirugía plástica (63.5%) y medicina familiar (58.3%) obtuvieron los porcentajes más altos de AE.

Por útimo, se analizaron datos de realización personal (RP) en 20 estudios, obteniendo una prevalencia de baja RP de 34.3% para todas las especialidades. Los residentes de medicina interna (59.2%), cirugía plástica (46.1%) y urgencias (46.1%) obtuvieron los valores más bajos de RP, mientras que los de radiología oncológica (68.9%) y cardiología (51.4%) obtuvieron los valores más altos.

Esta revisión sistemática y metaanálisis y otros estudios publicados, sugiere que los médicos residentes de las especialidades quirúrgicas (cirugía general, anestesiología, ginecología y obstetricia y ortopedia) y de urgencias son los que tienen tendencia más elevada a padecer SB. Posibles explicaciones son la rutina, el enfrentamiento directo con situaciones que ponen en riesgo la vida y la elevada carga laboral, condiciones que comparten las especialidades previamente mencionadas. Por otro lado, la vivencia de un evento traumático dentro o fuera del ambiente hospitalario en los últimos 6 meses se asoció de modo independiente con la presentación de SB.

En otras publicaciones se menciona que la otorrinolaringología, la cirugía plástica y la neurología fueron las especialidades con menor presentación de SB; las cuales eran predominantemente clínicas, con menor carga laboral y que atienden principalmente casos electivos no urgentes.

En relación con las subdimensiones, ginecología y obstetricia fue la única con niveles más elevados de DE y con una prevalencia elevada de SB (puntuación total). Cardiología fue la especialidad con mayores niveles de DE que presentó también niveles elevados de AE; debido a que solamente un estudio evaluó dicha especialidad sin reporte de puntuaciones totales de SB, esta especialidad no fue incluida en el grupo de prevalencia elevada de SB. Asimismo, dentro de las especialidades con los porcentajes más elevados de DE y bajos en AE, únicamente la cirugía plástica tuvo niveles totales bajos de SB.

La heterogeneidad encontrada define al SB como un trastorno complejo y multidimensional, en el que una dimensión puede prevalecer sobre otra, y cuya definición final es el resultado de la interacción entre las subdimensiones.

La literatura reciente sugiere que existen también factores de riesgo individuales para la aparición del SB en médicos. Como se mencionó previamente, la exposición crónica al estrés, es el factor de riesgo más importante. Algunos autores afirman que la práctica clínica por sí misma, podría ser un factor de riesgo, ya que implica contacto constante con el sufrimiento de los pacientes y sus familiares, acompañado de una gran responsabilidad sobre la salud de otro ser humano y la falta de tiempo para atender las necesidades personales. Durante la residencia médica, no se enseña al residente como balancear interés y dedicación entre su trabajo y su vida personal; los médicos que laboran en áreas de urgencias han mostrado mayor asociación con el SB, relacionado más con los factores organizacionales y las relaciones laborales complicadas, que con la severidad de la condición de los pacientes. Finalmente, algunas variables sociodemográficas, como la edad, género femenino, ser soltero y tener elevada carga laboral, han sido también consideradas como factores de riesgo entre el personal médico.

Cabe mencionar que el SB en el personal médico ha aumentado notablemente en los últimos años, y no parece ser un problema que se genere durante la residencia médica. Estudios realizados entre estudiantes de medicina, han reportado niveles elevados del síndrome en dicha población, que inician desde los primeros años de estudio y van incrementándose a lo largo de la formación. Algunos factores de riesgo relacionados con el trastorno son la falta de confianza en sí mismo, la incomodidad al realizar algunas actividades y la ausencia de placer durante los años de estudio.

El burnout en médicos residentes tiene repercusiones negativas tanto a nivel personal como institucional, que se traducen en actitudes negativas, ausentismo laboral y bajo desempeño con mayor posibilidad de cometer errores médicos; un punto porcentual adicional en las subdimensiones de DP y AE, incrementa un 11% y un 5% respectivamente las probabilidades de que se reporte un error médico. Más aún, incluso en ausencia de errores médicos, el burnout culmina en un deterioro de la calidad en la atención médica.

El problema del SB debe abordarse desde los contextos educativo, de entrenamiento y laboral; los estudiantes, residentes y especialistas, deben ser evaluados periodicamente con la finalidad de detectar los problemas y sus implicaciones con el propósito de implementar y evaluar estrategias para la prevención del SB. Las estrategias pueden ser tanto preventivas (enfocadas a los factores de riesgo, a la estructura organizacional, a las relaciones laborales y a la promoción de ambientes sanos) como terapéuticas (estrategias de afrontamiento, de habilidades interpersonales, de manejo de emociones negativas y técnicas de relajación).

Esta revisión presenta algunas limitaciones, entre otras, la heterogeneidad de los estudios que compromete la generalización de resultados; la inclusión de estudios transversales que impide detectar los principales factores relacionados con mayores prevalencias de SB en ciertas especialidades; y el uso de estudios realizados en diferentes países y diferentes instituciones educativas (en los cuales los programas y entrenamientos son diferentes en cada uno de ellos).

A pesar de que el SB es más frecuente en algunas especialidades médicas afecta en diferentes grados a todos los residentes médicos con repercusiones personales, institucionales y para el paciente. Los resultados de esta revisión permiten dar prioridad a ciertas especialidades médicas en la lucha contra el SB y sus consecuencias. La implementación de medidas como la reducción del horario laboral, la meditación plena, la terapia grupal, entre otras, podría contribuir a disminuir la incidencia de SB.

  • Sofía Vidal de la Fuente
REFERENCIAS
  • Rodrigues H, Cobucci R, Oliveira A, Cabral JV, Medeiros L, Gurgel K et al. Burnout syndrome among medical residents: A systematic review and meta-analysis. PLoS ONE. 2018;13(11):e0206840. doi: 10.1371/journal.pone.0206840