Electrofisiología en el Trastorno Obsesivo Compulsivo

Electrofisiología en el Trastorno Obsesivo Compulsivo

Los pacientes con el diagnóstico de trastorno obsesivo compulsivo (TOC) sin tratamiento farmacológico pueden presentar un curso crónico y con una evolución tórpida a pesar del tratamiento asignado. Esto ha motivado a los investigadores a ampliar la comprensión de la fisiopatología de este trastorno. Uno de los abordajes han sido los estudios electrofisiológicos, en específico la electroencefalografía (EEG), que han relacionado las alteraciones conductuales y los componentes psicológicos.

Dentro de esta revisión sistemática se realizó una evaluación exhaustiva de la bibliografía acerca de las anomalías electrofisiológicas relacionadas con el TOC. Inicialmente se identificaron 458 publicaciones de acuerdo con los términos de búsqueda, incluyéndose al final de esta revisión 65 de ellos por su relevancia.

1. Electroencefalografía cuantitativa

Es un método de adquisición de la señal del EEG, seguido de su procesamiento gracias a transformaciones matemáticas, un análisis de datos avanzado y la comparación de los resultados obtenidos con grandes bases de datos. Uno de los hallazgos encontrado es la asimetría frontal, específicamente asociado con un incremento en la banda alfa y theta frontal del hemisferio izquierdo. Sin embargo, los resultados no han sido reproducibles en su totalidad probablemente por la presencia de comorbilidades psiquiátricas como: depresión, ansiedad o consumo de substancias adictivas. Las alteraciones asociadas con la actividad delta en los pacientes con TOC se encuentran principalmente en reposo, en comparación con los controles, predominantemente en las regiones frontotemporales. Esta desaceleración frontal podría explicarse por la activación de generadores frontales de actividad delta. En cuanto a la actividad theta, en pacientes con TOC se observó un aumento de la potencia de la banda theta y theta-1 en regiones frontotemporal es en comparación con los controles. El exceso de potencia de la banda theta se ha asociado con la resistencia a los antidepresivos. En relación con la aplicación de tareas se ha mostrado una reducción en su potencia en comparación con los controles, en quienes se observa un incremento al momento de realizar tareas que exigen atención, y postulan que dicha actividad pudiera estar relacionada con la selección entre procesos competitivos como la supresión de distracciones para enfocarse en una sola tarea. Concluyen que en el TOC existe una alteración en la regulación inhibitoria, además de presentar una actividad theta frontal anormalmente baja al realizar tareas, pero una excesiva actividad theta en reposos.

En cuanto a la actividad alpha, se ha sugerido que cuando está alfa reducida se relaciona con dificultades para suprimir distractores o detalles relevantes de la tarea. En estos pacientes, el encontrarse preocupados por distractores y una dificultad para inhibir los pensamientos obsesivos, pudiera explicar la reducción en esta actividad. Además se ha observado un cambio en la topografía, presentándose de posterior a anterior durante la exposición a situaciones gatillo generadoras de síntomas TOC, indicando una activación frontal.

Por último, los estudios relacionados con la actividad beta han sido contradictorios por lo que hasta el momento no han sido establecidos. Se sugiere que pudiera presentarse un deterioro neurofuncional en los procesos de activación de las regiones temporales.

2. EEG relacionado con el sueño

Esta información se obtiene por medio de la polisomnografía clínica que analiza la microestructura del sueño. En estos pacientes es muy común encontrar alteraciones en el sueño debido a la relación de la estructura del sueño, específicamente del sueño de movimientos oculares rápidos (MOR) con alteraciones en el sistema serotoninérgico. Se ha identificado este tipo de alteraciones en un 92% en población pediátrica y 27.3% en adultos. Con este abordaje se ha estudiado la medición del inicio y duración del sueño en fase MOR, pero los resultados no han sido concluyentes hasta el momento, debido tal vez a la posible presencia de comorbilidades.

3. Potenciales evocados

Se han relacionado los cambios de voltaje posterior con un estímulo en múltiples trastornos psiquiátricos, incluyendo el TOC. Principalmente se ha encontrado al momento de valorar el error relacionado con negatividad (ERN), en donde se ocupan pruebas como el Test de Stroop o Prueba Go/No Go para valoración. Hasta ahora se ha encontrado una mayor amplitud en los resultados, los cuales han mostrado una mejoría al realizar modificaciones en la aplicación de las pruebas, replicándose en niños y adultos. Inclusive en estudios donde se ha empleado simultáneamente electroencefalograma y resonancia magnética funcional se observó que el ERN más alto puede localizarse en la amígdala y en la corteza cingulada anterior, sugiriendo una respuesta afectiva más fuerte hacia los errores en pacientes con TOC. Existen estudios en donde se propone al ERN como un endofenotipo para TOC, debido a que en un estudio se encontró que permaneció sin cambios tras la mejoría sintomática con el tratamiento y, posteriormente, en otros estudios, los cuales confirmaron el hallazgo en familiares de primer grado y asintomáticos. Otros hallazgos incluyen un P3 mejorado y una mayor negatividad de N2, lo que indica hiperexcitación cortical y un deterioro en la respuesta inhibitoria, respectivamente. Además, se observaron latencias más cortas de N2 y P3, lo que pudiera demostrar la aceleración del proceso cognitivo.

4. Estimulación magnética transcraneal con EEG

Técnica no invasiva que ha ayudado a medir los cambios neuronales y ha ayudado a entender la fisiopatología subyacente con la finalidad de poder medir los cambios como resultado de estimulación o con la finalidad de cambiar biomarcadores del EEG. Por el momento estos estudios no han presentado hallazgos significativos.

Los múltiples hallazgos del EEG en pacientes con TOC podrían orientarnos a replantear el concepto en términos de estructura y función defectuosa de los circuito frontal-estriatal-talámicos y las alteraciones de sincronización neuronal. Se puede suponer que las alteraciones de la actividad theta y alpha puedan interrumpir la actividad coordinada de la red y provocar síntomas de TOC, por lo que se cree que los antidepresivos serotoninérgicos puedan cambiar la actividad de las células “marcapaso” talámicas, las cuales tienen inferencia en la corteza cerebral responsable de las oscilaciones de la actividad theta y alpha. Se deberá continuar con investigaciones asociadas con el sueño MOR debido a que es el principal responsable de la modulación nocturna de las redes afectivas y emocionales. En cuanto a los potenciales evocados en pacientes con TOC podemos encontrar oscilaciones en actividades alpha y theta durante las fases de codificación y reconocimiento de manera constante, pudiendo plantearse como un endofenotipo candidato para TOC. Investigaciones futuras deberán centrarse en resolver las inconsistencias identificadas en los diferentes aspectos del EEG, con la finalidad de conocer la fisiopatología subyacente y con esto desarrollar nuevos abordajes y tratamiento para este tipo de pacientes.

  • Enrique Navarro Luna
REFERENCIAS
  • Perera MPN, Bailey NW, Herring SE, Fitzgerald PB. Electrophysiology of obsessive compulsive disorder: A systematic review of the electroencephalographic literature. Journal of Anxiety Disorders. 2019;62:1-14. doi: 10.1016/j.janxdis.2018.11.001